CIENCIA
La selva invade el museo
El Parque de las Ciencias de Granada reúne a 250 especies exóticas en el Biodomo entre las críticas de los animalistas
A Susana Díaz no le gustan las cucarachas. Aunque vengan de Madagascar. Apenas paró en el rincón donde están ubicadas en el recién inaugurado Biodomo del Parque de las Ciencias de Granada. Salió rápido y con cara de repelo. «Eso no me va a mí», dijo delante de las cucarachas gigantes, que seguían su paseo impasibles. Luego, comentaba la presidenta de la Junta de Andalucía que había «salido por patas» pues «ni el chiquitito blanco me ha llamado la atención» en referencia al ejemplar de ajolote mexicano que cerraba una triada de vitrinas de insectos en este gran acuaterrario de 18.000 metros cúbicos que recrea, con 250 especies exóticas de animales y plantas , distintas zonas del cinturón verde del planeta en su franja tropical.
Calor hacía desde luego y pegajoso, tropical. Era el comentario más recurrente en la larga comitiva de políticos que, con Díaz, se dio cita en el mediodía de este lunes para la apertura oficial de esta quinta ampliación del Parque de las Ciencias que ya se preparara para la sexta en una parcela que todavía queda libre en la trasera del museo de divulgación científica andaluz.
Pero antes había que bautizar al biodomo, hacerle los honores tras invertir en su construcción 12,8 millones de euros, financiados al 80 por ciento por la Unión Europea a través de fondos FEDER. Dispone de un recorrido subacuático, con dos grandes acuarios, de ecosistemas tanto marinos como de agua dulce, donde se encuentran tiburones cebra o de puntas negras, rayas reticuladas o morenas leopardo, entre los cientos de peces tropicales que nos permiten acercarnos a los fondos de regiones como Sulawesi. Junto a ellos, varios acuarios de detalle completan la muestra de la variedad de especies, y donde se pueden ver medusas de lunares blancos, peces payaso, estrellas de espinas rojas o camarones boxeadores entre muchas otras especies.
En el recorrido terrestre el visitante podrá pasear por la recreación de un manglar, entre otros hábitats donde se encuentran especies de mamíferos como lémures de cola anillada, wallabys de cuello rojo, perezosos de dos dedos o el armadillo de seis bandas, junto a nutrias de uñas cortas, caimanes de China o varanos acuáticos . Insectos como los que enamoraron a la presidenta y anfibios como la tortuga Mata-Mata o la rana cornuda son ejemplos de la enorme biodiversidad de la zona. El camino del visitante asciende hasta el recorrido aéreo donde se podrán observar especies de aves como el tucán de pecho blanco, el mielero patirrojo o el trompetero.
Un perezoso, haciendo honor a su nombre, apenas abrió un ojo cuando se acercaba la comitiva de políticos. A Susana Díaz le recordó a Mariano Rajoy , aunque no lo dijo. Solo hizo el chiste: «No voy a decir a quién me recuerda», señaló risueña ante las dirigentes socialistas que le acompañaban con el alcalde de Granada, Francisco Cuenca, quien en su alocución al inicio del acto indicaba que «no hay respeto si no existe conocimiento», alabando la fórmula para la divulgación y la investigación del Parque de las Ciencias. El director del museo, Ernesto Páramo, habló de «laboratorio vivo».
En la puerta un grupo de activistas por los derechos de los animales protestaba al grito de «también son personas los animales». Consideran una «cárcel» y no hacen distinciones de términos. Para ellos el Biodomo es un zoológico.
Desde el punto de vista técnico, los responsables del Parque de las Ciencias han contado con los avances metodológicas disponibles para tratar de recrear el hábitat de las especies que se muestran. Pero esto «no justifica» que el animal esté encerrado, explicaba David Sánchez, coportavoz de Equo en Granada.