Salvador se niega abandonar la Alcaldía de Granada tras la dimisión en bloque de su equipo de gobierno

Salvador aguanta el pulso. Con sólo dos concejales en su equipo de gobierno. Tras la dimisión en bloque de los 6 concejales de su ya exsocio, el Partido Popular y la de Manuel Olivares y Lucía Garrido, ambos ya fuera del partido naranja y en el grupo de no adscritos. Salvador aguanta. «Aquí va a haber gobierno, va a haber trabajadores que garantizan los servicios públicos » ha declarado, insistiendo en que el funcionamiento del Ayuntamiento está garantizado a pesar de la insólita situación.

Así las cosas, ha anunciado una convocatoria con todos los directivos y cargos administrativos del Ayuntamiento de Granada, «que son los que en el día a día garantizan el funcionamiento» . Además, espera conseguir apoyos, no sólo con el PP, sino que se abre «como partido de centro» a hablar con el PSOE. Aún así, ha echado balones fuera a la hora de incidir en esta posible vía de diálogo.

Su aliado natural y hasta hace poco su socio de gobierno se ha llevado no pocos dardos a lo largo de su comparecencia. «Cuando se crean incertidumbres, aquí este alcalde garantiza estabilidad. Que no digan que trabajan por Granada. O rectifican pronto o dejarán una mancha en su historial para toda su vida«.

Aunque dice «no romper puentes» con ello, el todavía alcalde de Granada no sólo ha resistido el embate de las dimisiones, sino que ha devuelto el órdago a los populares. A ellos, ha concretado, les deja «el mismo tiempo que me han dado a mí» para repensar su posición . Salvador invita además «a reflexionar» a los populares y a los dos concejales no adscritos, dejando «la puerta abierta» para que vuelvan.

Salvador afronta un escenario no sólo atípico, sino histórico. Su labor, ha dicho, podría asemejarse al de algunos casos del norte de Europa. «Allí no han tenido gobierno, y parece que se les ha dado bien» ha razonado. Por ahora, además, tendrá que gobernar por decreto , ante la imposibilidad de formar una Junta de Gobierno, como ya se ha dicho, con únicamente dos miembros, Jose Antonio Huertas, concejal de Derechos Sociales, y él mismo como alcalde, en el equipo de gobierno.

«Sigo en la política para transformar la realidad, yo también tengo mi nómina de funcionario esperando» . Un dardo que responde a las acusaciones por parte de Olivares de «aferrarse al sillón» . Así las cosas, ha animado a ambos, a Lucía Garrido y al propio Olivares a abandonar su acta de concejal. Salvador además ha expuesto públicamente la decisión de la exconcejala de Cultura como «una cuestión de ego» y una decisión que «deja a sus asesoras, dos puestos de empleo que en teoría eran sus amigas, en la calle».

Asimismo ha sido especialmente duro en las respuesta a los populares. «Nunca en la historia de Granada ningún partido ha cometido tal irresponsabilidad. Que recuperen la cordura y la sensatez. Utilizan a sus militantes como escudo, cuando os garantizo que la mayoría de ellos no lo apoyan. Es el peor momento posible. Nos miraremos las caras cuando perdamos los fondos europeos«. La ligazón de su mandato a la gestión de la pandemia ha sido una constante desde que surgieron los primeros rumores de un posible cambio en la Alcaldía de la ciudad.

Sin cerrar su futuro, y «partido a partido» , como el propio Francisco Rodríguez, presidente provincial de los populares en Granada ha insistido esta mañana en su discurso, Salvador no va a bajarse del burro. «Yo estoy aquí trabajando. Soy consciente de que habrá presión sobre mí. Si ustedes como yo fuesen alcalde de Granada intentarían que todo funcionase perfectamente. ¿Puede funcionar así? No, ese daño está hecho. Pero los alcaldes tienen muchas responsabilidades y posibilidades para intentar que las cosas funcionen bien «.