Rechazado como emérito un profesor de la Universidad de Granada acusado de «homófobo» por sus alumnos
La Delegación de Estudiantes de Medicina celebra la jubilación del doctor Manuel Gurpegui, quien califica los hechos de «atropello sectario»
Manuel Gurpegui, doctor en Medicina y catedrático de la Universidad de Granada en el área de Psiquiatría, tras 32 años en la institución, no será profesor emérito. La figura, que posibilita seguir dando clases aún habiendo llegado la edad de jubilación , según la universidad «no siempre se concede». Aunque tenga como en este caso todos los requisitos académicos necesarios para ello, algo que ha podido constatar este periódico en el caso de Gurpegui. Así las cosas, el motivo es otro.
Las supuestas declaraciones homófobas por parte del catedrático denunciadas por sus alumnos han terminado por impedirlo. Aunque la universidad haya decidido «no hacer declaraciones al respecto» , así se constata de lo dicho por los implicados tras rechazarse su solicitud.
Por un lado, la Delegación de Estudiantes de Medicina celebra que se haya «dicho basta a la patologización del colectivo LGBT+ y de la sexualidad de las mujeres», mientras que Gurpegui, a preguntas de ABC, declara haber sido víctima de un «atropello sectario» .
Carteles
Los hechos se remontan hasta 2017, cuando en la facultad aparecieron numerosos carteles en su contra. Los estudiantes acusaban al catedrático de haber señalado en sus clases que «la homosexualidad es una enfermedad» y hacer de forma continuada «apología de las corrientes de odio».
Fue ese el primer momento en que saltó la liebre contra el profesor, que interpuso una querella criminal contra algunos alumnos tras reiterar esas afirmaciones en un comunicado. Los carteles, eso sí, no fueron denunciados en tanto que «eran anónimos « y »la Rectora no tuvo a bien revisar las cámaras de seguridad«.
La presión para que Gurpegui terminara por jubilarse se continuó en el tiempo. «Lo cierto de todas esas declaraciones, sí que ocurrieron» señala un exalumno suyo. «Pero en los últimos años él sabía lo que decía y se cortó bastante . No decía cosas mucho más ridículas que podría decir y de hecho, dicen, otros profesores« apunta.
En este testimonio, incluso se da un dato importante para entender lo ocurrido: «La imagen de «Gurpegui» es tan mala que cualquier cosa que dijese era mucho más polémico que si lo decían otros . Pero de quinto curso hacia abajo va a ser difícil que alguien pueda hablar de eso con muchísimas evidencias« .
«Anti LGTBI+»
Con evidencias, como así dice tener la Delegación de Estudiantes en base a «numerosos testimonios» o no, la mala fama del profesor en este aspecto entre una parte del alumnado ya era patente y, a pesar del silencio de quienes votaron en contra, parece haber pesado más a la hora de tomar la decisión.
Aunque como subrayan desde la UGR, «no se trata de un trámite automático» , los movimientos por parte de su propio departamento iban dejando a la luz pistas de lo que finalmente ha pasado.
En febrero de este año, daban su apoyo a la petición de Gurpegui a nombrarle como emérito . Meses más tarde, el Consejo del Departamento de Psiquiatría realizaba una declaración a favor del respeto a la diversidad sexual . El profesor no aparecía citado, aunque apenas un mes más tarde, la semana pasada, en un calendario extraño y por separado, ya que estos nombramiento se suelen hacer en septiembre , sucedía el rechazo.
El profesor, por su parte, entendía que hubo una campaña orquestada en su contra y señalaba a la Decana de la Facultad de Medicina como culpable. « Un día después de la votación me reconoció en privado que también tenía «compromisos con los estudiantes» (¿conflicto de interés?, me pregunto), sin decirme cuál había sido el sentido de su voto, que fue contrario a mi solicitud, según pude saber un día más tarde. No es de extrañar que ella arrastrara a otros Decanos que no me conocían «.
La votación en el Consejo de Gobierno, compuesto por rectora, vicerrectores, decanos, estudiantes y representantes del personal de administración y servicios quedó finalmente en 12 votos a favor y 20 votos en contra. Hubo asimismo 8 abstenciones .
Gurpegui ahonda en la cuestión tras preguntársele sobre el asunto, remarcando que el Consejo de Gobierno «no ha respetado la presunción de inocencia en ningún momento , ni de convocarme, para respetar el más elemental derecho a mi propia defensa .«
En cuanto a los testimonios, el profesor apunta a un juicio injusto tras las acusaciones. «No han atendido a los testimonios de testigos de mis clases que he aportado , y han dado más crédito a un escrito panfletario hecho por un médico radiólogo. Este, que era el aparente líder de una iniciativa que consiguió la «astronómica» cifra de 32 firmas en mi contra después de más de un mes revoloteando por las redes sociales« ha señalado por escrito a este periódico.
Sobre lo relatado por la Delegación de Estudiantes en esas mismas redes sociales, a día de hoy ya no aparece publicación alguna tras saltar la noticia . Aún así, antes de ayer, sin ir más lejos, se podía leer lo siguiente: «esto es un antes y un después en la historia de nuestra facultad . Como estudiantes, como delegación, como movimiento estudiantil, no solo hemos conseguido que se jubile un profesor y se le niegue seguir impartiendo clase, sino que los estudiantes de Medicina hemos dicho basta a los mensajes de odio que se impartían en nuestras clases «.
Acto seguido, señalaban que lo conseguido era « un hito en la lucha de la educación pública, científica y basada en la evidencia, en los derechos LGBT+ y en el empoderamiento de la sexualidad femenina. Un hito en el que nosotros, los estudiantes de Medicina, hemos sido los protagonistas».
Razones para el rechazo
Por su parte, en el escrito mandado a la rectora por parte de Gurpegui, respondía a las acusaciones. «Nunca he afirmado, dentro o fuera del aula, que la homosexualidad sea una enfermedad ni que yo la «cure» , como falsamente se me ha atribuido«. El profesor lamentaba lo sucedido ya que, «en casi medio siglo de actividad clínica , en el sector público o en el privado, nunca he tenido una sola queja relativa a la subjetividad sexual de mis pacientes , que han sido de toda condición«.
Ante el origen de su «fama» desde hace cuatro años, cuando la pegada de carteles , apunta explica que «la clase que se tomó como pretexto para la agresión a mi honor fue la última del programa de la asignatura «Psiquiatría» y terminó con un aplauso por parte de los asistentes«.
Entonces ya hubo una inspección de servicios «que me entrevistó entonces a mí y también a delegados estudiantiles, pero no llegó a abrir expediente alguno. La Inspección de Servicios no me juzgó en 2017, pero la Comisión Académica me ha condenado, en base solo a presunciones, en 2021».
Preguntado sobre si tiene pensado algún movimiento legal al respecto, por el momento, Gurpegui, señala que «tiene que pensar» en si tomar medidas tras el rechazo del Consejo de Gobierno que le deja fuera la universidad más de tres décadas después.
Noticias relacionadas