El pueblo granadino del agua deja de estar seco: las pozas de Alhama, con suministro dos años después
La presión de los vecinos consigue que el caudal de aguas termales llegue al fin a la poza, cuyas condiciones han llegado a ser lamentables. El balneario privado de la localidad es quien decide abrir o no el grifo después de décadas de polémica
Es paradójico que el pueblo granadino de Alhama , cuyo nombre procede del árabe y significa "aguas calientes" , se haya llevado casi dos años sin agua en sus pozas . En principio, ha sido la pandemia y sus restricciones posteriores las que han dejado seco el lugar desde marzo del 2020 . La cuestión es que ya suavizadas esas restricciones desde las administraciones y con todas las fiestas municipales habidas y por haber celebrándose, el agua siguió sin salir. Hasta este mismo viernes.
La empresa que gestiona el balneario de la localidad , uno de los más importantes sino el que más en Andalucía, es la responsable de abrir o no el grifo. Una situación anómala , que siguen provocando una polémica que avanza desde hace décadas. Esta vez, las quejas de los vecinos, amontonadas durante meses ante la pasividad de la empresa y los señalamientos constantes a la administración local han vuelto a devolver el agua a la poza, aunque no siempre ha sido así.
Este no es otro, en el fondo, que un nuevo episodio en un conflicto de intereses que lleva dos décadas sobre la mesa en esta pequeña localidad cercana a los 5.000 habitantes. "Un David contra Goliat" como señala Ámala, vecina y miembro de la Plataforma por las Aguas Calientes de Alhama.
Las pozas "de toda la vida"
La identidad de Alhama recae en sus aguas termales desde hace siglos. Estas, estaban reconocidas y dadas a perpetuidad "por siempre jamás" para el uso y disfrute de los vecinos del pueblo por nada menos que la reina Isabel La Católica tras la conquista de Granada.
En aquellas ordenanzas incluso daba prioridad a los enfermos y pobres de solemnidad . El cambio vino allá por el siglo XIX, cuando el balneario, en teoría, se vendía a censo reservado en 1830. Cuando se pregunta acerca de las fechas en el pueblo estas todavía bailan, pero así es como lo recoge el historiador Salvador Raya Retamero en su libro 'Historia de los Baños Termales de Alhama'.
Esta edificación, herencia romana y posteriormente musulmana , es una de las joyas de la provincia de Granada. La cuestión es que aquella venta, según declaraba el propio Raya en 2009 en una entrevista al respecto, quedó en duda, evidentemente. "Sea como fuere han pasado prácticamente 200 años. Soy profano en la materia, pero cualquier derecho que se quiera arrogar está más que prescrito " apuntaba.
El hecho de que durante la guerra civil los vecinos de Alhama salvaran a su entonces dueño, Rafael Ros de ser fusilado propició que éste, en agradecimiento, les cediera gratuitamente el uso de unas pozas fuera del recinto a las que iba a parar el agua que no se usaba en los baños. La Plataforma de las Aguas Calientes apunta a una inmatriculación de la finca en el año 1949, que además de su rehabilitación para fines turísticos provocaron una situación certificada de la propiedad que, sin embargo, por la buena relación de los dueños balneario con el pueblo, siguió favoreciendo las pozas públicas.
Hay que tener en cuenta que estas aguas son minero-medicinales, es decir, potencialmente curativas para problemas reúma, ciática, artritis, artrosis, gota o secuelas de traumatismos. También para problemas respiratorios como bronquitis, sinusitis, asma y resfriado común. Al fin y al cabo una ayuda fundamental para personas mayores y de un valor incalculable para los vecinos de la localidad. De ahí que después de gran parte del siglo XX con posibilidad de usarlas, el recuerdo de ellas esté enclavada en la memoria de cada vecino y su pérdida arbitraria suponga un malestar palpable.
Conflicto de intereses
Fue así hasta 2001, cuando del dueño, Manuel Rodríguez López, ex presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, pasó a heredarse por sus dos hijas, que decidían cortar el agua de las pozas. La Justicia siempre les ha dado la razón en este sentido, aunque el propio Defensor de la Ciudadanía se la quitaba en un escrito en 2009 donde aclaraba que "el Ayuntamiento jamás ha perdido la titularidad sobre lo enajenado, que no hay que confundir nunca con compra-venta".
La cuestión, como se ve reflejado aquí, no está en el agua misma, que es de titularidad pública, sino de la finca de donde sale, que sigue siendo de titularidad privada . "Perdimos el caso por una cuestión burocrática, en teoría debería haberse hecho por lo civil y lo hicimos por lo administrativo. Cuando quisimos seguir reclamando la titularidad por esa vía, nos pedían una fianza que no podíamos asumir" apunta Ámala.
Sea como fuere, con la titularidad aclarada, tras varias negociaciones y una década de pelea vecinal, el agua volvía a salir a las pozas en la década pasada y siguió fluyendo hasta la pandemia, "aunque con muy poca agua" señalan desde la plataforma.
Tras la vuelta este viernes, el alcalde de la localidad, Jesús Ubiña , del Partido Popular, apuntaba a preguntas de este periódico que por él "todo debería de ser público en el tema de las aguas termales" algo que incluso llevaba en su programa electoral . En cuanto al estado en que han llegado a estar las pozas, con pintadas y agua estancada y maoliente, se aferra a que no es competencia suya sino de la Confederación Hidrográfica , competencia del Gobierno.
"Nos pusieron una multa de 4.000 euros por poner una escalera metálica porque los vecinos se caían al bajar, con eso te digo todo", señala. La zona, eso sí, se ha encalado en el día de ayer sorpresivamente con motivo de la reapertura mientras este reportaje se estaba llevando a cabo.
Aunque los vecinos apuntan a que "esto pasaba también con el PSOE, que jamás hizo nada", le reclaman a Ubiña mayor implicación. El alcalde responde que "solo a través del diálogo se ha conseguido avanzar, no con las caceroladas ni la beligerancia". No en vano, se consiguió que el excedente de agua se llevara de nuevo a la poza gracias a los técnicos de la Junta en el 2015.
En cuanto al balneario, a este periódico le ha sido imposible contactar ya que se encuentra actualmente cerrado. En todo caso, tal y como insiste Ubiña, "no se trata de demonizar al balneario, este necesita a Alhama y Alhama lo necesita a ellos. Dan mucho empleo al pueblo , es cuestión de encontrar un equilibrio" puntualiza.
En cuanto al futuro, el alcalde avanza negociaciones con el mismo para llevar ese agua hacia una nueva zona , donde además se evitaría el problema del río cercano cuyas aguas fecales llegan hasta las pozas, así como la "delincuencia en la zona, certificada por la Guardia Civil en múltiples denuncias". Ámala, por su parte, niega que eso ocurra y no entiende que los carteles recién puestos que indican que el agua solo estará fluyendo hasta las ocho de la tarde. "Yo me he bañado aquí toda la vida. También de noche y jamás habido ningún problema" denuncia.
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