Ayuntamiento
El PSOE, sin reparos a gobernar en Granada con dos tránsfugas expulsados de Ciudadanos
Cuenca sigue adelante con su nuevo gobierno pese a que el exalcalde Luis Salvador y José Antonio Huertas ya no están oficialmente en las filas del partido naranja
El exalcalde de Granada Luis Salvador y el concejal José Antonio Huertas fueron expulsados definitivamente de Ciudadanos en el día de ayer. Tras más de 20 días suspendidos de militancia tras apoyar la investidura del socialista Paco Cuenca saltándose la disciplina de voto dictada por el partido naranja, el expediente abierto desde entonces para su expulsión ha quedado resuelto.
Así lo confirmó este viernes por la mañana el coordinador autonómico de Ciudadanos, Juan Marín , quien «espera que el PSOE cumplan lo que firmó» al convertirse ambos directamente en tránsfugas tras su expulsión.
El pacto antitransfuguismo , firmado por los socialistas a nivel nacional, instaría a los dos ediles a abandonar sus actas de concejal y dejaría al PSOE incapacitado para gobernar con ellos , toda vez que estos serían sustituidos por dos nuevos concejales de Ciudadanos.
En todo caso, tanto Salvador como Huertas han presentado sus alegaciones en plazo, y según el exalcalde, aunque sea cuestión de tiempo como él mismo admite, su salida del partido naranja estaría «en suspenso» . Salvador incluso señala que sigue «siendo coordinador provincial del partido en la provincia y portavoz de Ciudadanos» en el Ayuntamiento , algo que su coordinador autonómico niega tajantemente dado que lleva suspendido de militancia desde hace casi un mes.
Los socialistas , por su parte, niegan por el momento la mayor y se ponen de perfil ante lo que consideran «un problema interno» en el seno de los naranjas. Insisten en que «en ningún caso» tanto Salvador como Huertas sean tránsfugas, aunque el documento del pacto sea claro en dar la última palabra para calificarlos de ello al propio partido al que pertenecían, en este caso a Ciudadanos .
El PSOE no ha querido dar siquiera explicaciones públicas al respecto. Sin ir más lejos, el propio alcalde, Paco Cuenca , evitó dar su opinión sobre este tema en el día de ayer y ha eludido responder en ese sentido a las preguntas de este periódico.
El Partido Popular , mientras tanto, todavía a contrapié tras verse en menos de dos meses fuera del poder en la capital, señalan a Cuenca su «falta de pudor» . Acusan a los socialistas de «repartirse sillones sin sonrojarse y maquillarlo todo con naturalidad» mientras ponen el principal agravio en Ferraz, desde donde se sabe a ciencia cierta que se negoció el pacto por la Alcaldía con los dos concejales ahora expulsados.
Lo que queda claro, tras las últimas maniobras tanto de Marín como del Salvador, es que el vacío de poder de Ciudadanos en Granada a día de hoy es patente. Una vez formalizada la expulsión de Salvador y Huertas, si estos no renuncian a su acta como es previsible que ocurra, se quedarán sin representación en la capital granadina. Tras ser la joya de la corona en cuanto a alcaldías se refiere, sus cuatro concejales obtenidos en 2019 terminarán el mandato como no adscritos.
Dos nuevos tránsfugas
El incumplimiento del pacto antitransfuguismo ha rondado el consistorio granadino desde el principio de la crisis política en el mismo. Curiosamente fue Salvador el principal defensor del mismo, toda vez que su existencia le mantenía en el cargo al imposibilitar una moción de censura del PSOE.
El cambio repentino de visión por parte del exprimer edil se ve agravado además por el pago final a su dimisión y el voto favorable a Cuenca. Tras romper relaciones con el PP, afirmaban no tener ningún pacto previo con los socialistas para darles su apoyo pero los hechos, como era de esperar, han terminado por demostrar lo contrario .
Huertas ha entrado como tercer teniente de alcalde y participa en la junta de gobierno local, manteniendo asimismo los cargos que ya tenía en el anterior gobierno de coalición de centroderecha como concejal de Hacienda y Deportes . Por su lado, Salvador se ha quedado con una nueva concejalía autónoma y a medida del edil, la de Estrategia 2031 , y a la que toda la oposición acusa de «chiringuito» . Con oficina propia y cargos a su disposición, sobre él ha versado buena parte del pleno de este viernes, donde tanto PP como Vox han criticado «lo oscuro» del nombramiento.
Para los socialistas, las acusaciones vienen incluso desde su socio natural, Unidas Podemos , quienes han sido desde hace semanas. bastante críticos con los cargos adquiridos por los dos exediles de Ciudadanos. Su acuerdo, crucial para conseguir la mayoría en el pleno, se ha limitado finalmente a acuerdos programáticos puntuales y no a una coalición de gobierno, como en principio se proponía.
Los morados piden de la misma manera explicaciones a Cuenca sobre la vulneración del pacto antitransfuguismo, aunque anticipan «respetar» desde la oposición la decisión que finalmente acaben tomando los socialistas.
Vulneración en toda regla del pacto antitransfuguismo
A pesar de las excusas vertidas por el PSOE, la vulneración del pacto antitransfuguismo sería clara. Con el documento en la mano, la definición de tránsfuga denominaría a «los representantes que traicionando al sujeto político (partidos políticos, coaliciones o agrupaciones de electores) que presentó a las correspondientes elecciones abandonen, se aparten del criterio fijado o sean expulsados del mismo«.
En todo caso, explica el documento en ese mismo apartado, la decisión final sobre si un político es tránsfuga o no la toma su propio partido de origen, en este caso, y como ya ha hecho, Ciudadanos.
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