TRIBUNALES
Le piden 9 años de cárcel por violar a su compañera de piso discapacitada
El acusado ya cumplió una pena de 21 años por otra violación
La Audiencia Provincial de Granada ha acogido hoy el juicio contra un hombre acusado de haber violado a su compañera de piso, discapacitada intelectual, para el que la Fiscalía pide 9 años de cárcel por un supuesto delito de agresión sexual con acceso carnal por vía vaginal. Diego Q.Y., que también debería cumplir con la pertinente orden de alejamiento y el pago de una indemnización de 18.000 euros, habría reincidido ya que fue condenado a una pena de 21 años por unos hechos similares.
El pasado 28 de diciembre de 2013, el acusado llevaba viviendo unos días con la supuesta víctima y su marido en el piso del matrimonio en La Zubia. Era amigo de la familia, cuestión que le habría servido además para las amenazas «psíquicas» que el Ministerio Fiscal defiende que ejerció sobre la mujer, que padece inteligencia límite, al decirle que contaría a su marido los hechos como «relaciones consentidas» en caso de que no lo contara.
La Fiscalía considera probado que el acusado le dijo a su víctima en el salón que estaba «enamorado» y «quería tener algo más con ella» tras lo cual la forzó a ir a su habitación y allí la desnudó, reteniéndola por las manos contra su voluntad, hasta violarla.
El marido, que ha declarado como testigo al igual que su mujer, dice que la encontró «completamente abatida» y «muy distante» en las horas posteriores a los hechos, que ocurrieron cuando él se encontraba trabajando fuera de casa. Fue ya el 30 de diciembre, y tras averiguar que algo había ocurrido con Diego, animó a su mujer a denunciar ante la Guardia Civil.
El acusado se ha defendido señalando que ella se le había insinuado en varias ocasiones en mensajes telefónicos y que entró en su habitación en dos ocasiones mientras el marido dormía.
El contacto sexual se produjo, aunque Diego Q.Y. lo negó en un primer momento tras ser detenido. Así lo han atestiguado los peritos del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses que señalaron en el estudio de las muestras de ADN que había una probabilidad de «1.500 trillones de veces» de que fueran del semen del acusado pese a que se encontraron restos biológicos de una tercera persona, supuestamente el marido, con el que ella habría mantenido relaciones en días anteriores.
El tribunal tendrá que deliberar ahora acerca de la credibilidad del testimonio de la víctima que «en ningún momento opone resistencia», como recalca del abogado de la defensa, Sergio Gómez, que pide la libre absolución.
El letrado resalta además que no se hallaron signos de violencia en la revisión a la que fue sometida la supuesta víctima, y que tampoco se ha aportado ningún certificado psicológico, más allá del facilitado por el centro de atención de la Junta de Andalucía, que ampare el hecho de que el trastorno Boderline lleva al bloqueo a la mujer en una situación de las características de la que habría vivido en su casa de La Zubia.