PSOE
Pedro Sánchez y Susana Díaz movilizan el voto «útil» con el miedo al «trifachito» nacional
El aparato del PSOE de Andalucía se vuelca con el secretario general para quitarse la «espinita» de las autonómicas
El presidente del Gobierno propone un pacto educativo y mejoras sociales sin mencionar el independentismo
Granada ha sido estos últimos años uno de los bastiones del «sanchismo», aunque nunca antes Pedro Sánchez había protagonizado una movilización como la de ayer. En el mismo hotel donde hace poco más de un año compareció ante apenas 300 personas antes de ser presidente y sin siquiera invitar a Susana Díaz , Sánchez consiguió reunir este lunes a más de un millar de asistentes -decenas de personas se quedaron fuera- con el apoyo manifiesto del aparato socialista de Andalucía para comenzar a pedir el voto «útil» en una breve pero intensa jornada en clave preelectoral con constantes arremetidas contra PP , Ciudadanos y Vox .
Tras presentar un plan estratégico estatal para el desarrollo de inteligencia artificial ética con Granada como referente, el presidente del Gobierno almorzó con miembros de la dirección socialista de Granada. Para la merienda, se vistió de morado feminista y vistió el Centro Lorca de la mano de la sobrina del poeta y a última hora de la tarde se dio un baño de masas sin precedentes en la capital. Con los papeles cambiados , Sánchez posó y se sentó junto a Díaz, que esta vez hizo explícito su apoyo al secretario general para evitar, dijo con vehemencia la lideresa andaluza entre vítores y aplausos, el «trifachito» nacional.
«Nosotros tenemos una deuda, nos vamos a quitar una espinita y nos la vamos a quitar el 28 de abril aportando millones de votos», aseveró la expresidenta de la Junta de Andalucía: «Nos vamos a dar ese gustazo». «Los andaluces nos jugamos el que lo que ha pasado aquí no se vuelva a repetir», subrayó al recordar que «ganar no basta», que «hay que ganar por mucho» para imponerse a «dos derechas y una extrema derecha» dispuestas a pactar «a costa de lo que sea». Por ello, apeló a la unidad del partido y escenificó el armisticio al posicionarse «al lado de Pedro» .
El espíritu de la Transición
Sánchez alentó ese mismo discurso del miedo, aunque optó por mostrar su faceta más constructiva y optimista con promesas de cara a las elecciones generales, en las que concurrirá con promesas de inversión en igualdad, ciencia y educación , como la que será una de sus propuestas estrella: la gratuidad de las guarderías para niños de 0 a 3 años. Siempre con la perspectiva de género: «Esa es la España que va a ganar el 28 de abril : la España que va a salir a manifestarse el 8 de marzo ».
Invocando los 140 años del PSOE y su rol desde la Transición, sin mención alguna al independentismo actual, Pedro Sánchez hizo alarde de talante democrático y de «tantas y tantas leyes que fueron conquistadas por el PSOE» . Arremetió contra quienes «quieren poner un cordón sanitario y dan lecciones de constitucionalismo» al PSOE y se mostró como adalid del «sentido común» frente al «abrazo» en el que se han «fundido» PP, Ciudadanos y Vox en Andalucía: «Hay muchas siglas, muchas papeletas, pero en realidad solo hay dos opciones».
«Hay muchas siglas, muchas papeletas, pero en realidad solo hay dos opciones»
Y la suya, aseveró, es la única «útil» . El líder socialista, que por la mañana lamentó la polarización ideológica que puede propiciar el mal uso de las nuevas tecnologías, hizo a la tarde hincapié en que el debate que habrá en las próximas elecciones generales versará sobre dos modelos de sociedad: el de quienes quieren retroceder «40 años» y el de Sánchez, que habló de incrementar la presión fiscal sobre las rentas más altas, de cambio climático o de feminismo. El que no lo abrace, señaló, perderá «seguro».
Decretos y promesas
Sobre las críticas que su Gobierno ha recibido por la batería de decretos aprobados en plena recta final de la legislatura, Sánchez ha apuntado que los opositares «andan molestos» y ha preguntado si están o no de acuerdo con el PSOE en materias sociales como igualdad, desahucios, maternidad, pensiones o la «mal llamada economía colaborativa que lo que hace es especular, y mucho, con los precios de los alquileres». «El problema que ellos tienen no es cómo gobierna el PSOE, sino que gobierne el PSOE» , ha advertido antes de pedir el voto «en contra» de quienes cuestionen esas políticas.
«El próximo mandato va a ser el mandato de la educación pública y de la ciencia», anunció Pedro Sánchez. Defendió un «gran pacto de Estado» educativo , un incremento de la partida presupuestaria desde el 3,5% hasta el 5% del PIB y aseguró que en la siguiente legislatura conseguirá reducir las tasas de abandono escolar en España, por encima de la media europea. Todo con el fin de dotar a la juventud de «recursos morales» , señaló al citar al socialista Francisco de los Ríos, ministro republicano defensor de la Institución Libre de Enseñanza fundada por su tío Francisco Giner.
Pedro Sánchez defiende un pacto de Estado de educación con un incremento desde el 3,5% hasta el 5% del PIB
«Hay mucha gente que considera que el futuro pinta mal para la gente joven del país. […] Una suerte de nostalgia» , afirmó Sánchez: «No es así, depende de nosotros». «Aquí estamos entre progresistas, estamos entre gente de izquierdas, pero tenemos que trascender», aseveró el secretario general socialista entre continuos aplausos cuando apelaba a difundir los «valores colectivos» en contraposición a la «España imposible» que por la que otros partidos abogan, dado que «el mundo ya no es el de hace 40 años».
Y después, las municipales
«Ese es el país que queremos», apostilló por su parte el alcalde de Granada, Francisco Cuenca , encargado de inaugurar el acto socialista. Con la bendición de Sánchez, que tomó su mano para alzarla en señal de victoria, el regidor socialista reconoció la «decisión difícil» que tomó el entonces líder de la oposición al presentar la moción de censura: «Había que rescatar este país de la corrupción» . «¿A que os suena a los granaínos?», preguntó Cuenca, no sin ironía, con menciones a los casos Nazarí y Serrallo: «Salieron entre cartones escoltados, porque habían hundido esta ciudad».
El también secretario general en la capital equiparó el tablero nacional con el local y apostó por «devolver la confianza» de las instituciones: «Necesitamos ganar las elecciones generales y después ganar las elecciones municipales». «¿No os dais cuenta de que juntos y juntas somos más felices y más fuertes?» , prosiguió: «Hemos sido capaces de trazar un proyecto de ciudad basado en la ciencia, en el conocimiento, en la igualdad. […] Ni un paso atrás». También el secretario general de los socialistas en la provincia de Granada, José Entrena, recurrió al miedo: «Ha empezado a asomar la patita de la derecha en Andalucía».
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