CAMPAÑA

El paseo navideño de Soraya Saez de Santamaría en Granada

Encuentros con vecinos, selfies y mitin en una plaza conformaron el recorrido electoral de dos horas con la vicepresidenta del Gobierno

Soraya Sáenz de Santamaría en el centro de Granada con dirigentes del PP

DIEGO MÁRQUEZ

Que la fecha elegida por Mariano Rajoy para convocar elecciones fuera el 20 de diciembre está dejando estampas de campaña inéditas. El centro de Granada un viernes por la tarde en época navideña es familias de compras, carritos de niños en las cafeterías y colas en los belenes. Todo ello pudo comprobarlo en primera persona ayer la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en el paseo que el PP granadino le preparó en la búsqueda del voto a una semana de la cita con las urnas.

La primera parte del recorrido incluyó una visita a pacientes del hospital de San Rafael y a la basílica de San Juan de Dios. Y también a un belén. Era hermoso, «ahora llego yo a mi casa y mi belén me va a parecer ridículo» comentó la número 2 del Gobierno cuando aún se desconocía el alcance del atentado de Kabul.

Con tacón alto aunque más llevadero que el del famoso debate a cuatro, Soraya se prestó a las decenas de selfies que los granadinos le solicitaban en compañía del presidente del partido en Andalucía, Juanma Moreno, y una comitiva que encabezaban el delegado del Gobierno, Antonio Sanz,   y el alcalde de Granada, José Torres Hurtado, con Sebastián Pérez, máximo responsable del PP provincial, pendiente en todo momento de que todo transcurriera a la perfección.

Banderas de España de jóvenes de Nuevas Generaciones daban colorido a una visita esencialmente azul… Globos, chapas, caramelos para los niños y alguna octavilla con propuestas, todo en azul. La vicepresidenta se paró en una conocida librería a consultar libros sobre Granada cuando el paseo estaba en su máximo fulgor, con gente apostada en la puerta esperando la salida.

Se había corrido la voz de que Soraya estaba en la ciudad de la Alhambra. Hacía falta un receso: seis platos con diez churros cada uno para una mesa bien extensa de dirigentes populares, y chocolate para todos en Bib-Rambla.

Feudo popular donde los haya en Andalucía, el centro de Granada era una fiesta aunque alguna voz escéptica también se escuchaba: «Cómo nos lo están poniendo tan bonito todo…».

«TRIPARTITOS PERDEDORES»

Solo faltaba el coro de villancicos flamencos antes de que, en el formato de plaza pequeña tan al uso, Soraya lanzara su mensaje tras dos horas de recorrido, tras incidir en el objetivo 20-20 para conseguir tener dos decenas de millones de empleos al final de la próxima legislatura. Para ello, «quien quiera tener un Gobierno del PP, solo tiene una papeleta segura, la del PP», dijo en lo que parecía una obviedad y no lo era: «ojo no estemos dando el voto a tripartitos de perdedores» , sancionó la vicepresidenta.

Hubo gritos favorables de los suyos, arremolinados todos en la placeta, y también alguno desfavorable de quien por allí pasaba, y se daban cuenta de quién hablaba. Soraya Sáenz de Santamaría recordó la afrenta nacionalista cuando abogó por fortalecer «nuestra unidad, la solidaridad entre españoles y el respeto a la ley».

Juanma Moreno , con quien los gestos de compañerismo eran constantes, reforzó por su parte dos ideas contra los experimentos. La de que «aquí en Andalucía sabemos cómo gestionan los socialistas» y la «diferencia» que suponen la «experiencia» y la «solvencia» que en opinión de Moreno ha representado el PP en los últimos cuatro años en La Moncloa.

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