ESTADO DE LA CIUDAD
La oposición de Granada acorrala al alcalde mientras él dedica odas al diálogo
Duras críticas de todos los partidos al PSOE en el debate sobre el estado de la ciudad
Hacía cuatro años que no se celebraba el debate sobre el estado de la ciudad de Granada , marcada por la convulsión de un tiempo a esta parte. Había mucho de lo que hablar este jueves en el Ayuntamiento , donde los distintos partidos han escenificado la cada vez más evidente soledad del gobierno socialista –la segunda fuerza en el pleno– mientras el alcalde, Francisco Cuenca, dedicaba odas a su actitud dialogante y a la transparencia.
Entre sus logros, Cuenca ha subrayado la defensa de la capitalidad judicial , las políticas sociales para la marginal zona Norte o las reivindicaciones en materia ferroviaria. Ha preferido no hablar de sanidad , un asunto sobre el que ha mantenido en los últimos una postura silenciosa, esquiva, como le ha reprochado la líder de los populares, Rocío Díaz, en sintonía con otros partidos: «Usted nos ha abandonado, se ha plegado a Sevilla y al PSOE, los granadinos no lo van a olvidar» .
Díaz ha criticado con dureza y tintes irónicos las clamorosas ausencias de Cuenca en las movilizaciones históricas por los dos hospitales completos, mientras que el regidor no ha tenido inconveniente en posar para otras tantas causas. Es por eso que la líder de los populares ha criticado el afán de protagonismo del alcalde en prensa. «Mucho ruido y pocas nueces; mucho selfie, pero pocas soluciones» , le ha espetado el concejal de IU, Francisco Puentedura.
Cuenca se ha limitado a orbitar entorno a los mismos tres conceptos: normalidad, transparencia y diálogo . Pero la oposición no ha comprado ninguno. Vamos Granada –la formación de Podemos– y PP han mostrado su preocupación por la falta de transparencia, e IU ha puesto en duda lo que respecta a la normalización de la gestión.
Tampoco Ciudadanos termina de confiar en las buenas palabras del regidor socialista. «Lejos de dialogar, se impone mediante decreto», le han reprochado a Francisco Cuenca desde Ciudadanos , la formación que sostiene con sus cuatro concejales al edil socialista. Cuenca está en el puesto, como se dice, casi de prestado. Accedió a la Alcaldía de carambola y aunque ya parece seguro que terminará la legislatura, la fragmentación del pleno le impide maniobrar con naturalidad y el PP se encuentra al acecho, aguardando la oportunidad de volver a gobernar.
Recuperar la Alcaldía
El PP da por amortizada la crisis abierta el pasado año con la Operación Nazarí . Los populares trabajan ahora en recuperar el gobierno municipal, como han afirmado los populares esta mañana. Díaz ha recordado al resto de concejales que se han olvidado de «la voluntad de las urnas» desde que el socialista Francisco Cuenca se hizo con la Alcaldía. «Ya sólo nos queda esperar» , ha dicho la portavoz del PP, que hace tiempo hasta que se celebren nuevas elecciones municipales .
En cualquier caso, con los números en la mano, la llave de la Alcaldía está en manos de Ciudadanos , cuyo portavoz, Manuel Olivares, se ha mostrado equidistante y ha centrado su intervención en los logros de su partido. Con un discurso repleto de llamadas al consenso, Olivares ha dado algún tirón de orejas a Cuenca, a quien le ha pedido que «mire menos su bastón de mando», y aunque no ha tendido directamente la mano al PP, sí ha reconocido los logros de Ciudadanos cuando pactó con Torres Hurtado «hasta que la palabra corrupción llegó a este Ayuntamiento» .
La líder del grupo municipal populares, Rocío Díaz, ha comparecido «con la cabeza bien alta» : «Hemos vivido en este último año y medio situaciones muy difíciles que han intentado desviar la atención de lo que realmente nos importa, que es Granada». En referencia velada a la Operación Nazarí, que supuso al PP la pérdida de la Alcaldía, Díaz ha aseguro que su grupo no tiene «nada que ocultar» y que «ya» han pagado «el precio más alto» por lo ocurrido.
¿Normalidad o continuidad?
Cuenca, lejos de hacer leña del árbol caído, ha preferido reivindicarse como normalizador de la gestión en el Consistorio, no sólo en el área de Urbanismo, sino en «todas las demás». No opina lo mismo el único concejal de IU, Francisco Puentedura, que ha acusado –entre líneas– a Cuenca de dar continuidad a la presunta corrupción , lo que ha incomodado al delegado de Urbanismo. «Usted prometió levantar alfombras, abrir ventanas, limpiar y airear el Ayuntamiento», le ha dicho Puentedura: «Pero es usted muy lento, demasiado lento» .
Con concisión, el edil comunista ha enumerado algunos sospechosos ejemplos que denotan el continuismo de Cuenca: «La auditoría del urbanismo no ha tocado ni un sólo expediente afectado por el caso Nazarí y caso Serrallo, aún no se han depurado responsabilidades por el pufo económico en TG7 y es sangrante ver como investigados por la Operación Nazarí siguen formando parte de los expedientes urbanísticos, algunos de ellos muy sustanciales en la ciudad».
¿Normalidad o continuidad? No hay una respuesta clara para ésta y otras preguntas. ¿Por qué el PSOE mantiene en puestos de responsabilidad urbanística a funcionarios próximos a trabajadores imputados por supuesta corrupción? ¿Por qué el Ayuntamiento se resiste a investigar decididamente el p aradero de expedientes sensibles de Urbanismo que fueron trasladados en las semanas previas a la Operación Nazarí ? ¿Y por qué el PSOE no ha pronunciado sobre el hecho de que las actuaciones policiales se remonten a 2003, cuando estaban los socialistas en la Alcaldía?
Entre tanta duda, sólo hay algo seguro: el estado de las arcas municipales requiere una actuación urgente para evitar males mayores.
La economía, de mal a peor
Si en algo han coincidido todos los partidos es en la necesidad de mejorar la gestión económica de la capital. El PP achaca el empeoramiento de los últimos meses a la falta de liderazgo de Cuenca : «No le echen la culpa a la herencia recibida». Con una deuda millonaria, y a falta de consenso para aprobar el necesario plan de saneamiento de las arcas, los distintos partidos han lamentado la falta de orden en un asunto tan relevante.
Especialmente duros se han mostrado PP e IU, que han recordado el empeoramiento de la situación económica desde la llegada del PSOE al poder. «Van a la deriva y no toman decisiones» , ha incidido Rocío Díaz, como Puentedura: «El alcalde parece que está cada vez más ausente, se mueve por inercia, sin ideas, atenazado por una situación económica cada vez más grave» .
Por su parte, Cuenca ha pedido a todos grupos municipales –también al suyo– un «plus» de generosidad para poder pactar conjuntamente el imprescindible plan de saneamiento de las arcas municipales que evitaría el futurible rescate del Gobierno.