TRIBUNALES
Los insultos del preso incendiario de Albolote al tribunal que lo juzga
Fue expulsado de la sala de la Audiencia Provincial de Granada a la que ha podido volver a entrar para dar su última palabra al final de la sesión

Fermín B.S., el preso que trató de boicotear el funcionamiento de la prisión de Albolote provocando un incendio en el módulo de aislamiento, la ha emprendido a insultos contra el tribunal en el inicio del juicio que se sigue contra él por estos hechos en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Granada.
«Sois una panda de sinvergüenzas », ha espetado al tribunal entre gritos y provocaciones, tras renunciar a su defensa que pidió la «suspensión» del juicio por el estado del preso, que usa silla de ruedas y estaba visiblemente trastornado.
Aún así, el presidente del tribunal ha seguido adelante con el juicio y ha expulsado al reo. Pero antes ha templado los ánimos para hacerle escuchar las preguntas de la representante del Ministerio Fiscal, a la que, a veces incluso teniendo que ser controlado por los agentes de Policía Nacional que lo custodiaban , ha boicoteado. «¿Usted de qué me conoce a mí?», la intimidaba.
El presidente del tribunal ha especificado que no se devolviera al preso a la cárcel para que tuviera la oportunidad de volver a entrar a ejercer su derecho a la última palabra en este juicio en el que se enfrenta a una pena de 11 años de prisión y multa de 1.560 euros por un supuesto delito de incendio, una falta de daños y cuatro faltas de lesiones por las quemaduras e intoxicación de tres funcionarios y otro interno.
La defensa trató de alcanzar un acuerdo en nombre de Fermín B.S. con la Fiscalía y la acusación particular que representa los intereses del Ministerio de Interior, pero el preso se negó rotundamente, ya lanzando improperios antes del inicio del juicio.
Según los peritos y funcionarios que han pasado como testigos en el juicio, todo apunta a que este hombre tuvo en su intención la «alteración del orden» de la prisión metiéndole fuego al colchón de su celda en el módulo de aislamiento. Lo apartó previamente a la puerta provocando una humareda que incluso le puso en riesgo pese a que se trasladó a la zona opuesta de la ventana y se rodeó con 2 toallas mojadas la cabeza para poder respirar.
La humareda era tan intensa que pusieron en jaque tanto al jefe de servicio como el ordenanza que tuvieron que intentar entrar hasta en 3 ocasiones cada uno hasta que lo rescataron.