SALUD
El infierno de vivir con 130 kilos de peso
Nace la primera plataforma andaluza de operados de obesidad y diabetes tipo 2
Llegó a pesar 128 kilos y ahora está en 83. No ha sido un milagro ni por haber estado «media vida a dieta» sino una operación la que lo ha salvado de vivir asfixiándose a cada paso. De lo que pasaba cada vez que tenía que ir a comprar ropa prefiere no hablar, y no puede evitar una sonrisa cuando presume de talla 38. Se cuida, va al gimnasio, monta en moto, su gran afición, sin problema. Ya no tiene obesidad.
Es, en resumen, la historia de Alberto García Meléndez, granadino de 35 años, fue sometido a una operación de cirugía con bypass gástrico. Es poco invasiva, apenas cuatro cortes en el abdomen, y reversible «si el cuerpo no se adapta», explica él mismo en una reunión de pacientes operados de obesidad y diabetes en el hospital Inmaculada de Granada.
El responsable del cambio que experimentó hace ya dos años la vida de este hombre es el cirujano Carlos Ballesta que, con 30 años de experiencia en la profesión, es pionero en cirugía laparoscópica, una técnica que utiliza para curar la diabetes tipo 2.
Resultado de sus investigaciones, este multifacético doctor, que también es escritor de novelas, realizó la primera operación de obesidad por vía laparoscópica en España en el año 1995 y a día de hoy lleva más de 3.000 cirugías, 150 de ellas en la Inmaculada de Granada.
«El paciente diabético se muere lentamente», reseña Ballesta que está convencido de que en 10 años la sanidad pública avanzará hacia la especialización en esta línea de trabajo a través de unidades de diabetes. Está considerado un referente en este campo por la Federación Internacional de Cirugía de la Obesidad y Enfermedades Metabólicas (IFSO).
En España, todos los centros que realizan esta cirugía la hacen según la técnica que él implementó. Fue precisamente por una operación gástrica contra la obesidad con la que confirmó la eficacia contra la diabetes. Tras la intervención, en semanas o incluso días el paciente deja de ser diabético, no necesita aplicarse insulina y se evitan las enfermedades que produce la diabetes en ojos, corazón, o incluso extremidades hasta el punto de la amputación de dedos en casos extremos. Se frena la «destrucción» del páncreas, de otro modo imparable, que vuelve a tener una actividad suficiente para su función metabólica.
El doctor Ballesta está satisfecho con la creación de la plataforma de operados de «diabesidad» que nace en Granada al objeto de poder colaborar con enfermos de otros puntos de Andalucía. Se trata de «darle la voz a ellos», incide Ballesta en presencia del doctor Francisco Marti, director médico del hospital Inmaculada.
Hay casos como el de Fina López Martínez, paciente de 66 años operada de obesidad y diabetes que se sometió a la cirugía hace solo tres meses. Hace ya dos meses que no toma ninguna medicación y solo tiene que comer más despacio. Eso le está costando.
Antes de la operación tenía el hígado graso, incontinencia urinaria, apnea del sueño y el colesterol alto entre otras patologías. «Me ahogaba, me dolía mucho la cadera», señala López que a veces ni siquiera sentía sus pies. Ahora puede pasear junto al río Dúrcal en su pueblo con normalidad: «he ganado tanto en vida que nadie se puede imaginar».
Otro de los pacientes partícipes del encuentro fue Antonio Gallegos, paciente de 52 años operado de diabetes. «Cada vez que iba al médico me echaba a temblar, salía con una pastilla más» y tras operarse ha sido «como volver a nacer».