El histórico Aquaola de Granada cierra sus puertas 36 veranos después: «Es muy duro, pero no salen las cuentas»
Lugar de referencia para varias generaciones cada periodo estival, el parque acuático pone el cartel de cerrado ante las pérdidas inasumibles de los últimos veranos atravesados por la pandemia
El calor de un verano en Granada puede ser insoportable. Máximas que superan los 40 grados que aún con la costa a menos de una hora, convierten los meses de julio y agosto en eternos.
Eso mismo pensó grupo impulsor de Aquaola , una de las grandes atracciones para los granadinos desde hace casi cuarenta años hasta este 2022 . El parque acuático cierra definitivamente sus puertas, con un legado de generaciones llorando su pérdida, y en cierto sentido, su infancia.
La principal culpable: la pandemia. La crisis económica derivada de la Covid provocó dos veranos inasumibles desde el punto de vista económico, con pérdidas por primera vez desde su existencia. Esto, sumado a las dificultades económicas que venían acarreando desde la época de la burbuja inmobiliaria, en 2008, ha provocado su cierra definitivo.
«Emocionalmente ha sido un golpe muy duro para los socios. Lo fundaron y lo hicieron ellos . En 1986 siguieron las obras, estuvieron muy implicados desde el momento uno. Y sí, después de lo que han creado es muy difícil dejarlo atrás, pero al fin y al cabo es una empresa y si tienes pérdidas no se puede mantener. No salían las cuentas« apunta Raquel Rodríguez, gerente de Aquaola desde hace ocho años, a ABC.
Como herencia, deja un legado como uno de los parques más importantes de Andalucía, como muchos otros, nacido al calor del auge de parques de esta temática en España. Casi 50 trabajadores, fijos discontinuos, dejarán Aquaola, muchos de ellos, implicados desde hace más de una década.
«Para nosotros, como trabajadores, ha sido un choque muy gordo. Todos trabajaban muy duro y ponían su esfuerzo en que el parque continuara. El verano de 2020 , justo en el momento crudo de la pandemia, incluso la junta de socios abrió precisamente por ellos, pero era insostenible . No llegó ni a la mitad de asistencia que teníamos regularmente. El verano pasado ni siquiera pudimos abrir« explica la gerente.
En crisis desde 2008
La situación de Aquaola, ubicado en Cenes de la Vega, era un tanto engañosa. Por un lado, acogía cada verano, por lo menos hasta 2019, cerca de 40.000 personas en sus instalaciones. Pero la imposición del IVA cultural al 21% en 2012 tras la crisis llevaba tiempo machacando sus cuentas.
«No se subió el precio entonces, pero al final hubo que hacerlo. Se confiaba en que no afectara, pero era imposible. Un 21% afecta mucho a la recaudación y eso afectó a la falta de inversión en nuevas instalaciones« relata Rodríguez.
Con todo, los últimos años llegaban para mantener a flote el negocio, aunque con beneficios escasos. Casi lo comido por lo servido. La ayuda institucional, además, ha brillado por su ausencia con respecto a uno de los baluartes del verano granadino estos dos años.
«Sí que es verdad que el Ayuntamiento de Cenes de la Vega ha puesto todo su apoyo y es para estar muy agradecido, pero no hemos tenido más ayuda de ninguna institución a pesar de la pandemia « resume la gerente.
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