Granada celebra por todo lo alto los 500 años del traslado de los Reyes Católicos a la Capilla Real

La celebración de la efeméride ha tenido como protagonista el recorrido de la comitiva histórica e institucional desde la Alhambra, culminando en el tremolado del estandarte real en el templo

El concejal Sebastián Pérez tremola el estandarte frente al sepulcro de los Reyes Católicos en la Capilla Real Antonio L. Juárez

Álvaro Holgado

Hubo un momento de la historia en que Granada fue algo parecido a Jerusalén. Un lugar de culto para la cristiandad , representada hace más de cinco siglos en la figura indiscutible de los Reyes Católicos. Mientras que para Isabel I la tierra de Alhambra era el símbolo de la conquista territorial después de casi ochocientos años de hegemonía musulmana , tanto que incluso desdeñó como lugar de descanso final a Toledo frente a esta, para su nieto, Carlos I, se convirtió en todo un emblema del proyecto doctrinal de lo que significaba para entonces la monarquía hispánica.

La Reina, mucho más humilde en sus últimos días, pidió que sus restos descansaran en una pequeña capilla, finalmente en el convento de San Francisco . Pasaría poco tiempo allí, tras ser traslada, contra su deseo, junto a los restos del rey Fernando a la imponente recién construida Capilla Rea l, en pleno centro de Granada. Eso fue hace, justo ayer, 500 años.

La concejal Lucía garrido sujeta el estandarte real a la salida del antiguo convento de San Francisco, en la Alhambra Antonio L. Juárez

La ciudad, que vivió entonces aquel traslado desde la montaña de la fortaleza nazarí hasta el citado templo «como un Corpus Christi», relatan los historiadores , se llenó ayer más bien de valientes entre el frío y curiosos, sorprendidos por la enorme comitiva que partía con el estandarte desde el antiguo convento elegido por la reina y que ahora, lo que son las cosas, es el hotel del Parador de Granada.

Desde allí bajó toda esa comitiva histórica e institucional , después de la foto junto a la antigua lápida de la reina, y la entrega del susodicho estandarte real a la encargada de portarlo, la concejala Lucía Garrido. Antes, sonaban los honores de fanfarrias y tambores, el himno de Granada, de Andalucía y de España por parte de la banda municipal. No era ni mucho menos la acumulación de gente que cuentan los libros cinco siglos atrás, pero ahí estaban.

El alcalde de Granada, Paco Cuenca, deja una flor frente al que fuera la lápida de Isabel I junto a la directora de la Alhambra, Rocío Díaz, y la directora del Parador, Marián Montero A.L. Juárez

La efeméride proseguía, cuesta abajo por la monumentalidad de la Alhambra a la noche . De la Puerta del Vino, a la Puerta de la Justicia, pasando por la Puerta de las Granadas y la Cuesta de Gomérez. Entre el Cortejo, a veces con ciertas dificultades para no separarse, eso sí, se iban sumando los adeptos. Los móviles se desenfundaban para grabar el momento.

La caracterización de las damas de la reina, las filas de decenas de integrantes de la comitiva , con sus cascos y lanzas en mano, sobresalían desorganizadas entre quienes se acercaban a fisgonear y quienes habían acompañado la comitiva ya desde el inicio , cuando aún no había anochecido.

Entre ellas figuraban portándose las copias del Cetro y Corona de la Reina y la Espada del Rey Fernando el Católico , las Capitulaciones de Granada , la Carta Real de Merced de constitución del Ayuntamiento y el escudo antiguo de la ciudad . Por todo lo alto llegaba el oficio hasta llegar a la Capilla, ahora con nueva iluminación, acto que inauguró el año de celebración.

Comitiva histórico de camino a la Capilla Real Antonio L. Juárez

Pero el culmen, como está señalado, estaba en el tremolado del estandarte, ya entrados en el templo donde sigue los restos desde aquel 10 de noviembre de hace cinco siglos los dos monarcas, después junto a Felipe I y Juana de Castilla, así como por el prontamente difunto y entonces heredero al trono de Portugal, Miguel de la Paz.

Los asistentes a la misa miraban entre la multitud. Pasaba el estandarte de manos de Garrido al concejal Sebastián Pérez , curiosamente, ambos ediles no adscritos tras la crisis política del pasado junio en el ayuntamiento granadino. De la Sacristía de la Capilla Real salía la representación del Clero para situarse bajo el Altar Mayor junto a la nube de periodistas. Sonaban los cantos eucarísticos.

Lucía Garrido porta el estandarte real. Al fondo, la estatua de Colón junto a la Reina Isabel I en la plaza de los Reyes Católicos Antonio L. Juárez

El acto, similar al del día de la Hispanidad o el día de la Toma, enganchaba el blandir del estandarte por parte de Pérez , regio durante todo el acto. A cada tremolado, sonaba el himno de España. La gente, se agolpaba fuera en las vallas, ya sí, como mandaba la efeméride .

Quedaba el último acto, hasta la salida, siempre complicada, hacia la Plaza del Carmen, en el Ayuntamiento. De nuevo los correspondientes himnos, los vivas, y de últimas, acababa la celebración. Granada, por una tarde, recordaba el momento en el que fue el centro simbólico de un imperio. Aunque muchos, quizás, como comentaba más de uno entre la multitud, no supiera muy bien qué estaba pasando.

La comitiva institucional junto al Arzobispo de Granada en el sepulcro de los Reyes Católicos en la Capilla Real Antonio L. Juárez

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación