La Fiscalía pide cárcel para un dentista de Granada por poner mal unos implantes

La Fiscalía de Granada ha solicitado una pena de un año y medio de cárcel para un dentista que recomendó a su paciente la extracción de ocho piezas para colocar implantes mal puestos que le provocaron infecciones y secuelas. Además, el Ministerio Público reclama otros dos años y medio de inhabilitación profesional para el acusado, Diego Caralos S.T., que ejercía como director técnico de una clínica dental ubicada en la calle Cervantes de Granada.

Los hechos tuvieron lugar en 2015, cuando la víctima fue diagnosticada de pérdida periodontal de leve a moderada, lesiones en un maxilar y otros problemas en la mandíbula. El acusado recomendó la extracción de ocho de las piezas dentales superiores y propuso sustituirlas por seis implantes para soportar una prótesis híbrida, una operación que se realizó en septiembre de ese mismo año y por la que la cliente pagó 5.000 euros .

Tras el tratamiento, la denunciante comenzó a sufrir procesos infecciosos , por los que necesitó acudir a los servicios de urgencias de un hospital, y un dolor crónico que provocó que le extrajeran en julio de 2017 dos de los implantes colocados por el acusado, con la previsión de hacer lo mismo con el resto de piezas, de acuerdo con el escrito de acusación de la Fiscalía, al que ha tenido acceso Efe.

Según la Fiscalía, los implantes colocados por el acusado tuvieron una mala ubicación y dirección y al menos tres no quedaron debidamente recubiertos de hueso. Algunos no tenían casi inclinación, otros provocaron pérdida ósea y no resultaron válidos para soportar una prótesis. Todo esto provocó que la víctima requiriera atención sanitaria durante 180 días , siete de ellos impeditivos, y le ha dejado como secuelas un trastorno distímico con dolor y un trastorno afectivo.

El Ministerio Público ha apuntado que no hubo una valoración y seguimiento clínico correctos por parte del acusado, por lo que ha apreciado un «incumplimiento de la Lex Artis» en su actuación profesional. La Fiscalía ha calificado los hechos como un delito de lesiones por imprudencia profesional y ha solicitado para el acusado una condena 18 meses de prisión y dos años y medio de inhabilitación especial para a profesión de odontólogo.

El acusado será juzgado por estos hechos el próximo 5 de febrero en la Sección Segunda de la Audiencia de Granada .