Granada
El exalcalde de Granada José Torres Hurtado, felicidad con la venia
El político popular ha salido indemne de algunos frentes judiciales, pero aún le quedan causas pendientes
En las cosas del querer el amor de bolero suele acabar en amor de tango. En cuatro años se pasa del sí quiero al necesito mi espacio. En política, en cambio, es el drama el que en ese lapso desemboca a veces en corazón contento. Como el del exalcalde de Granada José Torres Hurtado , satisfecho tras el archivo de la primera pieza del caso Nazarí, sustentado en una presunta corrupción urbanística por la que en 2016 fue detenido, dimitió como regidor y sufrió el desaire de un partido que ahora le vindica.
El PP de Andalucía ha expresado su apoyo a Torres Hurtado tras conocer el archivo del expediente Registrador del caso Nazarí decretado por la Audiencia Provincial de Granada . El respaldo público de su antigua formación política y una serie de resoluciones judiciales favorables concatenadas han revertido el ánimo del exregidor granadino, que durante la instrucción «lo ha pasado muy mal», según una fuente cercana al mandatario.
Torres Hurtado coquetea otra vez con la alegría, según uno de sus íntimos: «Está feliz». Y esto porque la decisión se adopta antes de que se haya fijado fecha para el juicio y llega después de que la misma institución le absolviera de los delitos (prevaricación, tráfico de influencias y fraude en la contratación), que le imputaban en el caso Serrallo, otra causa con trasfondo urbanístico saldada con una condena liviana a su concejal Isabel Nieto.
Con todo, el exalcalde aún no tiene razones para estar tranquilo. Penden sobre él otras seis piezas del caso Nazarí que todavía están pendientes de resolución. En concreto, los expedientes Progreso, Campus, obispo Hurtado, Mulhacén, Parking y San Jerónimo, que conforman el grueso de la instrucción del juzgado número dos de Granada conformada por la fiscalía y la unidad de delincuencia económica y fiscal de la Policía Nacional.
Lo peor, pues, no ha pasado para Torres Hurtado, que comenzó a pasarlo mal el 13 de abril de 2016 , día en el que fue detenido en una operación digna de Ciudad Juárez. Ese día decenas de policías nacionales registraron dependencias municipales, viviendas particulares y arrestaron, entre otros, al alcalde y a su concejal de urbanismo, Isabel Nieto, por una presunta trama urbanística en la que estaban implicadas 15 personas más, entre los que se incluían funcionarios y promotores de obras.
Los agentes cumplían órdenes judiciales, pero el arresto, lejos de circunscribirse al ámbito de las togas, fue aprovechado políticamente por la izquierda, que llevaba desde 2003 fuera del poder municipal. Ese año la candidatura popular encabezada por Torres Hurtado consiguió la mayoría absoluta, que revalidó también en 2007 y en 2011. El desgaste inherente a la gestión propició una importante pérdida de votos en las elecciones de 2015, pero a pesar de eso el PP logró retener la alcaldía tras una compleja negociación con Ciudadanos.
Cambio político
La operación policial, sin embargo, propició el cambio de signo político de la ciudad tras 14 años de gobierno popular. Una moción de censura aupó al PSOE a la alcaldía a hombros de Ciudadanos, que justificó su giro por que no se había cumplido a tiempo su exigencia de que dimitiera Torres Hurtado, quien, aunque acosado desde fuera y presionado desde dentro, rechazó en principio dejar el cargo. Lo hizo unos días después.
Para quien fuera su portavoz y concejal de cultura, Juan García Montero, Torres ha sido «un alcalde excepcional» . Tanto más, en su opinión, si se compara con su sucesor, Francisco Cuenca. «Ni en proyectos ni en eficacia ni en ejecución presupuestaria se la acerca el alcalde socialista que le sustituyó», expone el exedil, quien espera que se reconozca en su medida la figura política del regidor popular una vez acabe el periplo judicial. ¿Cuándo será eso? Tras el archivo de la primera, l a justicia tiene pendientes de resolver, entre las varias piezas de la operación Nazarí, la del expediente Parking , que es difícil que prospere, en opinión de García Montero, «porque se investiga a Torres Hurtado por unas concesiones que otorgó su predecesor en el cargo, el alcalde socialista José Moratalla».
Hasta tanto no se resuelva judicialmente el caso, sigue en entredicho la reputación de Torres Hurtado , al que a partir de su detención dieron la espalda amigos y compañeros de partido. De los segundos hubo uno, entonces con mando en plaza, que, según asegura García Montero, se frotaba las manos cuando su correligionario dejó la alcaldía. «En vez de defenderlo dio crédito a las denuncias porque quería ser alcalde de Granada», explica.
¿Intentará Torres Hurtado ser de nuevo regidor de su ciudad si queda absuelto del resto de los cargos que aún pesan sobre él? La respuesta, un poco a la gallega, parte de una fuente próxima: «No sé lo que pasa por su cabeza, pero creo que tras el daño que le han infringido se daría por satisfecho si su nombre quedara totalmente limpio».
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