Tribunales

La empresa de Granada que ganó el pulso al champán

Los responsables de Industrias Espadafor valoran la sentencia del Supremo que les da la razón frente a la denominación francesa

Los Espadafor levantan la botella de Champín D.M.

Diego Márquez

En Industrias Espadafor están de enhorabuena. El Tribunal Supremo ha ratificado que usar la marca Champín de su bebida gaseosa infantil n o infringe la denominación de origen Champagne. La sentencia rechaza el recurso de casación que interpuso el Comité Interprofessionel Du Vin de Champagne y no considera que haya competencia desleal considerando «irrelevante» la confusión con la marca del champán francés.

Champín no comparte características con el champán al ser una bebida gaseosa infantil a base de frutas del bosque. La estética que lo acompaña, con alegres colores en la botella , no tiene nada que ver con la tradicional elegancia francesa que acompaña al champán.

Se consolida una línea estratégica que echa a andar en los 80 con la apertura a las bebidas sin alcohol cuando la tercera generación de los Espadafor invitaron a propios y extraños a tomar «un salobreña» , el popular mosto, tras una historia familiar centenaria basada en los vinos de la tierra, primero, y los refrescos Konga , después.

Pinos Puente , lugar donde se fundó la empresa, y las Bodegas Espadafor, en plena Gran Vía de Colón de la capital granadina , fueron los referentes de la primera y la segunda generación que están en boca de sus herederos continuamente en un momento clave para ellos cómo ha sido vencer a la todopoderosa denominación de origen del Champagne francés en los tribunales con una sentencia no recurrible. A los galos les toca pagar las costas .

Son los desafíos que trae la internacionalización. En este caso «David ha vencido a Goliat» señala el director gerente, José Espadafor Llobera, en presencia de su sobrino, Juan Francisco Espadafor Sánchez, miembro de la cuarta generación de la empresa que se afana ahora en la exportación de sus productos sin alcohol, presentes con Champín en 40 países de todo el mundo entre los que está la parte sur del continente americano, introduciéndose también en Estados Unidos.

La batalla judicial se remonta al año 2011 aunque Champín sale al mercado a principios de la década pasada. Es a partir de 2007 cuando comienza el runrún en Francia. La bebida para niños se está comercializando en sus tiendas y el Comité Interprofessionel Du Vin de Champagne se alarma. Con equipos especializados en detectar cualquier marca incompatible con la exclusividad del champán consolidada en el mundo entero. Cuando interpusieron la demanda, fueron a por todas: desde la botella para descorchar, al el cese del uso de la marca . Advirtieron a las grandes distribuidoras pero no les siguieron.

Los abogados de la oficina de patentes y marcas de Industrias Espadafor dijeron que el caso era «defendible» , señala el gerente cuando recuerda los inicios de esta batalla que acaba de finalizar. «Nosotros no comercializamos ningún producto alcohólico, y no lo hacemos en una botella de champán sino de espumoso en la que se llena el lambrusco italiano o la sidra irlandesa, inglesa o española». Y el cava.

Además existe «un montón de bebidas sin alcohol para niños» en Hungría, Polonia y otros países del Este. Champín , del que toma su nombre la marca, es un payaso chileno que aparece en las botellas de Espadafor.

Alguna asociación les llegó a acusar de incitar al consumo de alcohol en niños con Champín. «Eso es una tontería como un piano» pues entonces lo haría también un refresco o un agua «que vaya en una botella», responde Espadafor Llobera que recuerda también la responsabilidad de los padres.

La noticia de la victoria, que en poco tiempo inundó este lunes los digitales de toda España, la recibieron «con alegría porque ya ni nos acordábamos del tema» al ser un proceso tan largo, prosigue Espadafor Llobera y lo corrobora Juan Francisco : son «muchas cosas» las que hay que atender en el día a día de una empresa en la que hay trasiego hasta bien entrada la tarde con 4 5 empleados de los que 5 son químicos dedicados a la investigación y el desarrollo de nuevos productos como los preparados de mojito sin alcohol que acaban de sacar al mercado.

Generación non-alcoholic

La apuesta de José y su hermano Eulogio , la tercera generación de los Espadafor, dio lugar al güisqui sin alcohol, licores, el emblemático mosto Castillo de Salobreña, y Champín del que, como del niño travieso que aprueba en septiembre, están orgullosos.

«Siempre hay cuatro grandes que intentan abarcarlo todo», recalca Juan Francisco Espadafor Sánchez que hace extensiva la «alegría» de su familia a «todas las empresas pequeñas que ven que luchando se pueden conseguir muchas cosas ».

No tuvieron la misma suerte con su participación en un rebujito de poca graduación que se tuvo que retirar del mercado después de una multa de 100.000 euros derivada de una denuncia del Consejo Regulador del Jerez.

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