CAMBIO CLIMÁTICO
Empieza la tala de árboles para frenar el desastre medioambiental de la Sierra de Baza
Millones de pinos han sucumbido ya a las plagas fruto del cambio climático, y el problema va en aumento
Ahora sí, la Junta de Andalucía ha iniciado los primeros trabajos de restauración de la Sierra de Baza . Un año después de que la administración autonómica reconociera la gravedad de la situación, la Consejería de Medio Ambiente ha empezado con la tala de árboles para frenar el avance de las plagas que están desolando este parque natural del norte de la provincia de Granada , donde los pinos condenados a la muerte se cuentan por millones . La cifra va en aumento y el desastre medioambiental se ha extendido ya a otros parajes, como Sierra Nevada y la almeriense Sierra de los Filabres.
La Junta ha dedicado un año a estudiar la problemática con un equipo multidisciplinar en el que han colaborado varias universidades andaluzas. Finalmente, Medio Ambiente presentó su plan de actuación el pasado verano, cuando era ya imposible implementarlo por su colisión con el Plan Infoca , que prohíbe la utilización de vehículos motorizados. De hecho, la intensidad de los trabajos que ahora empiezan no será plena hasta que termine el periodo de alto riesgo de incendios forestales el 15 de octubre.
Con una inversión de casi 3 millones de euros , la Junta prevé acometer los trabajos en el próximo año y medio. Lo que se pretende con estos trabajos es crear un perímetro de seguridad para sanear la zona y dificultar el aparentemente imparable avance de las plagas de insectos que han infectado los pinares de la Sierra de Baza. Este fenómeno se conoce como decaimiento forestal , es fruto de una combinación de factores climáticos –aumento de las temperaturas, ausencia de heladas, falta de lluvia…– que debilitan el ecosistema y lo hacen más vulnerable a las plagas.
Plaga tras plaga
En el caso de la Sierra de Baza, han sido tres las plagas de insectos las que han ido sucesivamente debilitando estos pinares de repoblación de los años 60. La última, y la más letal, la de una especie de cochinilla que perfora varios tipos de pino y se introduce en su interior . El bicho provoca una suerte de infarto al árbol, que, en un intento frustrado de defenderse de miles y miles de insectos, segrega grandes cantidades de resina antes de perecer de forma súbita.
Una vez muerto el árbol, los insectos perforadores continúan habitando entre la corteza y el otro. Ahí pasan los meses de frío hasta que llega el verano se reproducen y salen de sus refugios en busca de nuevos pinos donde residir, por lo que la tala de los árboles es una actuación ineludible para atajar el problema . Con todo, del mismo modo que la gran eclosión de esta plaga en la Sierra de Baza se manifestó en el otoño de 2016, tras el periodo estival, es previsible que la situación empeore en los meses venideros, como reconoció la propia administración autonómica a este periódico.
No hay un balance oficial de ejemplares afectados hasta la fecha. Oficialmente, la Junta de Andalucía trabaja desde hace un año con la misma cifra de hectáreas donde la actuación es necesaria: 2.000. Sin embargo, fuentes de la Asociación Sierra de Baza, que llevan desde un primer momento denunciando la situación, aseguran que el número de árboles afectados en estos momentos puede estar entre los 6 y los 10 millones . «Este año no ha habido ni berrea… La Sierra de Baza está muerta», comentan con preocupación las fuentes referidas, que siguen observando cómo las plagas siguen avanzando.