El Corpus sale de nuevo a la calle en Granada tras dos años de ausencia
La ola de calor provoca bullicios en la sombra y huecos enormes en las zonas de sol. Con temperaturas cercanas a los 40 grados la procesión camina ya por la capital todavía con menos gente de la habitual a su salida
La ola de calor sigue haciendo estragos en Andalucía. Todavía más en Granada, donde las temperaturas resultan cada vez más asfixiantes sin importar la hora del día. El Corpus de Granada , al fin ha salido a la calle este jueves tras dos años de ausencia, y ni siquiera la euforia de los granadinos por volver a celebrar su fiesta mayor parece suficiente para que muchos, al menos en espera a la salida de la Catedral, se guarden en casa.
La misa ha comenzado alrededor de las nueve de la mañana. Pasada la eucaristía, la plaza de las Pasiegas estaba ya llena, aunque con huecos importantes en las zonas de sol. En la zona de la sombra, eso sí, cientos de personas apretujadas . La colocación y pillar sitio pronto es fundamental este año.
Las calles principales del centro histórico granadino, como manda tradición, s e encontraban ya engalanadas con la plantas de Sierra Nevada. Mesones, Reyes Católicos, Gran Vía, Cárcel Baja, Pasiegas y Marqués de Gerona han ido llenándose a la espera de la salida de la custodia.
Todo eso durante la hora en que ha tardado esta ha tardado en salir. Llegada la hora, cuando la custodia en su trono se veía salir por la puerta de la Catedral, el calor poco ha importado . Sonaba el himno de España, los vivas, los aplausos constantes. Las calles ya con toldos preparados, fueron otra cosa.
Miles de granadinos esperaban poder ver al fin a la procesión más importante del año para la ciudad. Abanico en mano y alguna que otra mascarilla puesta , pero, sobre todo, devoción y ganas de disfrutar de su día grande.
El incienso, embadurnando todo el centro de la capital granadina a su paso, y la música de la Schola, daban carpetazo a dos años sin plantas en el asfalto y los 300 costaleros portando una de las custodias más especiales de toda España, la que Isabel La Católica regaló a la ciudad hace más de cinco siglos . Fue ella quien dictaminó este día como la fiesta sacramental más importante del año y así se ha podido mantener, al fin, este 2022.
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