El coronel de la Guardia Civil que fue absuelto por narcotráfico, condenado ahora a siete años de cárcel

El mando fue absuelto por la Audiencia de Granada en 2019, pero el Tribunal Supremo ordenó repetir el fallo

La Audiencia de Granada ha tenido que repetir el fallo judicial que lo absolvió ABC

J.J.Madueño

Fue absuelto, pero la sentencia dejaba claro que no era inocente. Así, tras repetir el fallo ha sido condenado. Un coronel de la Guardia Civil en Granada fue acusado de permitir entrar toneladas de hachís en Andalucía en 2006 a cambio de notable suma de dinero. Ahora, la Audiencia de Granada, tras revisar su propio fallo de hace dos años, ha condenado a siete años y tres meses de prisión al mando de la Benemérita . Además, le impone una multa de 6,1 millones de euros por los delitos contra la salud pública y cohecho.

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial absolvió inicialmente a este mando de la Guardia Civil en 2019. Lo hizo al entender que los hechos, aunque estaban probados, habían prescrito . En ese momento, tanto la Fiscalía como la acusación popular, ejercida por la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), recurrieron el fallo. El Tribunal Supremo les dio la razón.

De esta forma, el Supremo revocó la sentencia y ordenó que las actuaciones se retrotrajeran al momento de la deliberación y redacción de la misma. Así, reunido de nuevo el tribunal ha dictado sentencia condenatoria. En este nuevo fallo, la Audiencia Provincial sí condena a este coronel, que en el momento de los hechos tenía mando en todas las operaciones antidroga de la provincia de Granada. Lo hace ante la «extraordinaria gravedad» de los hechos probados con la agravante que evita su prescripción de los delitos.

En la sentencia, a la que ha tenido acceso ABC, considera probado que en 2005, cuando era comandante Jefe de la Policía Judicial de la provincia de Granada, la Guardia Civil tuvo conocimiento de la disposición de dos personas a colaborar en operaciones para interceptar hachís en las playas del litoral de Granada. Tras volver de sus vacaciones y tener conocimiento de la existencia de estos dos confidentes, el coronel se entrevistó con ellos y acordó una serie de operaciones de alijo de hachís procedente de Marruecos en las playas de Motril .

El acuerdo se estructuró en tres partes. Los dos primeros alijos eran de unos 2.000 kilos de hachís cada uno . El coronel se encargaría de impedir la interceptación de la droga por los agentes. Debía asegurar su entrada en Andalucía. El tercer alijo de inferior calidad para su aprehensión por la Guardia Civil . Fueron casi 4.000 kilos, una cantidad que permitiese aparentar que toda la sustancia introducida en los tres desembarcos era interceptada.

En ejecución de este plan, entre febrero o marzo de 2006, el comandante ordenó la formación de un dispositivo de vigilancia en la Playa Venta de Baños . Allí llegó una embarcación procedente de Marruecos y se produjo el desembarco de una cantidad indeterminada de fardos, de peso no precisado, que fueron cargados por porteadores no identificados en un camión pequeño. A continuación, este vehículo salió de la playa sin que se produjera intervención de los agentes y no se controló el lugar en que la sustancia fue depositada, de modo que los fardos «nunca fueron recuperados».

Encabezó un alijo

En fechas posteriores se realizó una segunda operación de desembarco que no es detectada por la Guardia Civil . Transcurrido un tiempo se acordó la realización de una entrega de sustancias estupefacientes que debería considerarse la tercera fase de la operación. Esta se debía realizar el 2 de mayo de 2006 para ser interceptada.

En la tercera, dos lanchas transportaron 153 fardos de 25 kilos cada uno, que se introdujeron en una furgoneta que salió de la playa en una caravana encabezada por el coche del propio coronel . Otra furgoneta fue abandonada en la misma playa. La precedida por el acusado se dirigió a una edificación cercana a la playa, donde fue abandonada y su conductor huyó.

Se intervinieron un total de 3.986 kilogramos de hachís, todos producto de este último desembarco, sin que se produjeran detenciones, ni figurara en el atestado los nombres de los participantes. Los agentes que vieron la carga se dieron cuenta del mal estado de la droga , que estaba mojada. En el primer juicio se llegó a declarar que es «un regalo» al Estado.

La Audiencia de Granada considera probada la participación del coronel en este plan para introducir alijos de hachís de miles de kilos por las playas de Motril. Además, explica que lo hizo con una contraprestación que se considera también probada. El mando de la Benemérita se habría corrompido por el pago de unos 12o.ooo euros por la protección a los cargamentos de droga .

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación