PATRIMONIO
La Capilla Real de Granada, lista para el Domingo de Ramos tras diez años de intervenciones
Concluyen las obras en los exteriores con más de dos millones de presupuesto costeado exclusivamente por el Cabildo

Las obras de adecentamiento de los exteriores de la Capilla Real de Granada han llegado a su fin. Se retiran las vallas y andamos que han caracterizado el recoleto espacio de acceso en la calle Oficios que luce ya en todo su esplendor de cara a la Semana Santa.
Se «recupera la dignidad» de este espacio, ha indicado el capellán mayor de la Capilla Real, Manuel Reyes, que ha dado los detalles de un proyecto que, durante 10 años, ha tenido un presupuesto de 2,1 millones de euros a cargo de la Iglesia que pone fin a tres décadas de restauración del lugar donde se encuentra la tumba de los Reyes Católicos.
Un proyecto que se ha traducido en «miles de jornadas de trabajo» y que, sobre todo, tiene una dimensión social por lo que representa para Granada, ha indicado Manuel Reyes en referencia al museo de la Capilla Real, que, con 385.000 visitas al año, incluye entre sus tesoros una tabla de Botticelli que ahora está cedida a una exposición sobre el autor italiano en Tokio (Japón).
Se ha trabajado en las cubiertas de todo el edificio tardogótico incluidas las de la sacristía, con especial cuidado en los cresterías y los pináculos que le dan su característica sensación etérea a un edificio de estructura tan sólida. La piedra luce más blanca, conservando cada sillar su tonalidad específica frente al contiguo. Se respetan también, como marca la ley, los grafitis de épocas pasadas.
El proyecto ha priorizado los restos arqueológicos hallados de elementos medievales que comunicaban con el Palacio de la Madraza que está enfrente de la Capilla Real sobre los jardines con naranjos adosados en 1940. Se evitan así problemas de humedades en el futuro.
Las actuaciones han alcanzado 225 metros lineales de cresterías, 1.700 metros cuadrados de paramentos, y 300 de las cubiertas de la sacristía.
La Capilla Real , vuelve, en definitiva, décadas atrás en su historia recuperando parte de su «sobriedad», ha explicado el arquitecto Pedro Salmerón que ha recordado el afán de mecenazgo con artistas de la época de los Reyes Católicos quienes «representan el Estado Moderno con todas sus contradicciones».