POLÍTICA

Cano Bueso amonestó a sus consejeros cuando aminoraron el ritmo por ganar menos

«Cuando te bajan el sueldo un 40 por ciento, eso a nadie le gusta», mantiene el presidente del Consultivo de Andalucía

Susana Díaz saluda a la consejera Begoña Álvarez en presencia de Cano Bueso RUIZ DE ALMODÓVAR

DIEGO MÁRQUEZ

El presidente del Consejo Consultivo, Juan Cano Bueso, llamó la atención a la comisión permanente, compuesta por consejeros con dedicación exclusiva, para que no disminuyeran el ritmo de su trabajo ante el malestar que causó la bajada de sueldo aplicada en 2011 y 2012 sucesivamente por los Gobiernos central y andaluz. La pérdida de poder adquisitivo de los «sabios», 4 del entorno del PSOE como el presidente y 2 del PP, les llevó a bajar el número de sus reuniones.

Pese al «tirón de orejas» no pudo evitar Cano Bueso que la actividad de la permanente se resintiera. Como ayer informó ABC, empezó a haber dictámenes emitidos por encima de los 30 días, un tope que traspasaron en más de la mitad de los de 2014. Además, la permanente disminuyó el número de estos dictámenes. En las 40 reuniones de 2012 estos consejeros con dedicación exclusiva sacaron adelante 1.068 dictámenes, en 2013 se reunieron 36 veces con un resultado de 882 dictámenes, cifra que elevaron levemente en 2014, último en el que hay memoria pública disponible, hasta los 903 dictámenes en 37 reuniones.

En el marco de una entrevista mantenida con ABC en diciembre para abordar estos datos, el presidente del Consultivo reconoció haber pedido a sus consejeros « mantener el pulso y la tensión porque precisamente las condiciones económicas han cambiado pero nosotros no podemos cambiar nuestro chip para seguir haciendo nuestro trabajo al día y con calidad».

El Consejo Consultivo es un organismo estatutario como el Parlamento, el Defensor del Pueblo o la Cámara de Cuentas que, desde su autonomía funcional y financiera, no ha de rendir cuentas a la Junta de Andalucía, ni siquiera a Presidencia.

Cano Bueso negó que estuvieran «forzando la máquina» para que, dejando dictámenes sin resolver en fecha, se dejara en evidencia que no podían hacer su trabajo con esos sueldos.

Además, « acomodamos nuestra carga de trabajo a los tiempos que marca la ley y puede que haya un momento en que se produce un cuello de botella y tenemos que intensificar tanto la extensión del orden del día como las sesiones y hay otras veces que baja, por ejemplo con motivo de las elecciones, la demanda de dictámenes, y eso nos permite poder espaciar más las sesiones», fue la razón oficial esgrimida por el máximo responsable del Consultivo de Andalucía para explicar el cambio organizativo producido tras la bajada de sueldos.

Eso sí, el máximo representante del Consultivo reconoció que «cuando te bajan el sueldo un 40 por ciento, eso a nadie le gusta, sobre todo cuando te lo bajan en mitad del partido, a mitad de la legislatura». Si a un consejero «lo nombran con unas condiciones económicas en un momento concreto y a los 2 años le bajan el 40 por ciento el sueldo, la verdad es que contento no se puede sentir», reconoció Cano Bueso.

¿Cómo se resolvieron esas quejas? «De ninguna manera. Se aguantaron todos y únicamente una consejera, la consejera Sáez, que tenía sus expectativas de volver a la Universidad y que había trabajado aquí muy bien, catedrática de Derecho del Trabajo en Córdoba, decidió volver a la Universidad».

Sáez no quiso hablar con ABC pese a las reiteradas peticiones para conocer su parecer sobre este extremo.

Las retribuciones globales a los consejeros de la permanente las pactan, al hilo de la nueva ley del Consultivo de Andalucía, que rige desde 2005, Gaspar Zarrías y Antonio Sanz en representación de los dos grandes partidos andaluces. Antes cobraban por dictámenes pero, ante la cantidad de trabajo que generaban las administraciones, no era sostenible.

Para atraer a catedráticos de Universidad de primera línea se acordó unas generosas retribuciones. La fórmula siempre fue mal vista por el entonces consejero de Economía, José Antonio Griñán, que, con los años, fue el que le dio el aguijonazo con la ley aprobada en sus últimos meses al frente de la Junta, y ya con la crisis aplastando a los andaluces, para que ningún alto cargo andaluz cobrara por encima del presidente autonómico.

Algunos consejeros de la permanente llegaron a considerarlo como algo personal, una ley hecha ‘ad hoc’ por Griñán para que dejaran atrás para siempre sus sueldos de lujo que en el caso de Cano Bueso era hasta 2010 de 108.000 y se quedó en 63.800.

El paraíso del funcionario andaluz

Con un presupuesto de 3,7 millones de euros en 2016 , el Consultivo destina 3,1 millones de euros a gastos de personal cuando en 2015 fue de 2,9 millones de euros. Sus aproximadamente 50 trabajadores siempre han sido la envidia de la administración andaluza.

A su sueldo de funcionarios del grupo A1 los 5 letrados que preparan los dictámenes que luego revisan los consejeros de la permanente suman pagas de productividad por 199.125 euros , según consta en el presupuesto de 2015.

Con estos emolumentos llegan a superar en el doble lo que ganan los consejeros a sueldo del Consultivo, señalan fuentes conocedoras de la institución.

En el equipo de letrados, hay una plaza vacante que no se cubre. De hacerlo, tocarían a menos productividad. El presidente Cano Bueso siempre ha procurado tenerlos a bien.

Pero son técnicos de máxima solvencia y no están por cuestiones políticas como sus superiores ni sus inferiores en la cadena del Consultivo: los asesores los cuales podrían ser 4 pero son 2, nuevamente por cuestiones pecuniarias. 

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