CAPITAL CULTURAL EUROPEA 2031
La Azucarera de San Isidro, la gran esperanza de Granada para la capitalidad cultural europea en 2031
El antiguo complejo industrial, comprado por la Universidad de Granada y aún en fase de estudio sobre su proyecto, se impone como la única infraestructura sobre la mesa en el largo plazo
Granada tiene tanto patrimonio que una semana se queda corta para visitarlo. Más allá de la Alhambra , que no es precisamente poco, existen varios enclaves que la convierten en una capital cultural con mayúsculas. Sin embargo, su proyección a futuro hace tiempo que está en entredicho, toda vez que la inversión en infraestructuras, e incluso la proyección de las mismas, brilla por su ausencia.
Es el gran talón de Aquiles de cara a su candidatura a capital cultural europea en 2031. Mientras en el Ayuntamiento la inacción se impone, un lugar prácticamente abandonado pero reclamado por la ciudadanía en los últimos años para su vuelta a la vida, podría convertirse en la nueva punta de lanza.
La Universidad de Granada ha sido quien ha cogido la iniciativa que desde hace dos años lleva reivindicando la plataforma 'Revivir la Azucarera' . Un primer pago de 1,3 millones por parte de la UGR, que se espera sea aún mayor en los siguientes.
En el horizonte, todavía, el cometido último en la rehabilitación de este conjunto de edificios industriales catalogado como Bien de Interés Cultural y con una posición estratégica dentro de la propia ciudad, al lado de la Vega y en una zona que podría también revivir con la rehabilitación dependiendo de sus fines.
Por el momento, la Junta de Andalucía ha financiado ya un proyecto de investigación para ello, con el medioambiente como eje y argumento que posibilite lo que en principio debería de ser un centro dedicado a la cultura, la investigación y la sostenibilidad medioambiental.
Un 'Matadero' en Granada
La rehabilitación de este tipo de espacios industriales es un hito, aunque muy aplaudido, poco corriente en España, al contrario que en otros países vecinos. El caso más claro, aunque con evidentes diferencias, está precisamente en Madrid, en la rehabilitación del Espacio Matadero llevada a cabo por el Ayuntamiento de la localidad a principios de la década pasada.
Hablamos de varias naves que sí o sí tendrán un carácter multidisciplinar, pero las vías de financiación , toda vez que el consistorio granadino no tiene capacidad para afronta más que «su complicidad», tal y como señaló el alcalde, Paco Cuenca , la semana pasada, y la inclusión del nuevo Plan Director de la Azucarera dentro del nuevo Plan General de Ordenación Urbana de Granada son escasas. El dinero, en definitiva, ha de venir por el lado de Europa.
La universidad granadina pretende sacar adelante este proyecto con fondos europeos ligados a convocatorias como la de 'Agenda Ciudades 2030, Green Deal Europe' (el Pacto Verde Europeo ) y otras ayudas para la recuperación del patrimonio industrial.
Se busca una subvención de 50 millones de euros por parte de Fondos Next Generation , que ya se ha remitido a la Junta de Andalucía para optar a ello, con el fin de que se convierta, en parte, en un centro de Innovación en Sostenibilidad y Medio Ambiente.
Queda por ver todavía cuál es la idea con respecto a ese contenedor cultural que se ha anticipado en varias ocasiones y que el propio tejido del sector, a través de 'Revivir la Azucarera' pide a gritos.
La circunstancia, teniendo en cuenta la situación de Granada, ausente inexplicablemente de ideas más propicias para proponer a la Junta de Andalucía en la mesa por la capitalidad cultural y habiendo abandonado la aspiración de un gran espacio escénico que sigue siendo un chasco después de 20 años, es un alivio.
Los trabajos de cara a esa capitalidad cultural europea en 2031 , que deberán estar finalizados como candidatura o al menos esbozados, antes de 2025, siguen prácticamente bloqueados, y como ya ocurre con la programación de su V centenario o la misma Azucarera, la Universidad sigue siendo el mejor argumento y dinamizador posible frente a la inacción.
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