CIENCIA
El acelerador de partículas de Granada está en el aire
Los científicos piden pasos concretos a las administraciones que muestran su apoyo en periodo preelectoral tras meses de inacción
La gestación de la precandidatura española al nuevo acelerador de partículas de la Instalación Internacional de Materiales de Fusión (IFMIF en sus siglas en inglés) se hizo entre bambalinas para que los procesos electorales del año pasado no la pusieran en peligro. Ante el riesgo de que la parálisis política lo frustre antes de nacer, ahora las administraciones no dudan en defender públicamente este proyecto. Pero concretan poco y eso despierta los recelos de la comunidad científica de Granada, donde iría esta nueva infraestructura para la que se calcula una inversión inicial de unos 400 millones de euros.
Una buena parte correría a cargo de fondos europeos, y terceros países colaborarían con pago en especie de cara a la segunda fase de IFMIF, denominada DONE , que sería la que recalaría en suelo andaluz. Sin embargo, no se saben plazos ni cómo se repartirán su parte de la financiación los gobiernos central y autonómico que sí han querido explicitar su apoyo con una fotografía de la secretaria de Estado de I+D+i en funciones, Carmen Vela , y el consejero de Economía, Antonio Ramírez de Arellano . Los técnicos de los centros de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) y para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) presentes en el encuentro son, en cualquier caso, optimistas.
En el ámbito local granadino, dirigentes de todos los signos políticos han convertido ya su apuesta por el acelerador de fusión en un tótem del que, muchos, no habían oído hablar hace tres meses.
En la primera reunión del nuevo alcalde de Granada, Francisco Cuenca, con el presidente de la Diputación, el también socialista José Entrena, también se abordó el tema sin poner sobre la mesa compromisos concretos. Una de las cuestiones que está por dilucidar, a tres meses de que se cumpla el plazo para presentar la candidatura, es la ubicación del acelerador para el que toman ventaja en principio las localidades de Escúzar, a 30 kilómetros de la capital granadina, y Motril, en la costa.
En ambas están pendientes de verse cuestiones básicas como la infraestructura eléctrica que requerirá, dadas las dimensiones de la planta de nueva construcción, de doble entrada. El polígono industrial de Escúzar, prácticamente deshabitado, tiene una subestación propia, y habría que construir otra, al igual que en la ciudad costera que no tiene a su favor las características del terreno.
La Universidad de Granada defiende el proyecto, mientras tanto, a capa y espada para que pueda llegar a fructificar la expresión de interés notificada por carta el año pasado por España ante Fusion for Energy, el órgano habilitado por la Unión Europea para la gestión del proyecto IFMIF en el continente.
El próximo lunes habrá un congreso con la presencia de Ángel Ibarra y otros responsables del CIEMAT. De él saldrán las líneas maestras para avanzar en la candidatura teniendo en cuenta su impacto económico y científico. Al día siguiente, está prevista una visita de empresarios de la Asociación Nacional de Industria de la Ciencia mientras que el viernes 24 llegarán investigadores de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN), con sede en Ginebra, para conocer el trabajo de los grupos granadinos.
La prórroga concedida hasta principios de otoño para la presentación de la candidatura nacional ha hecho que también Polonia, el otro país con posibilidades, ralentice sus trabajos. Croacia podría adelantarse en las próximas semanas.
Para Javier Díaz, del departamento de Arquitectura y Tecnología de Computadoras de la UGR, es imprescindible reactivar los trabajos técnicos que aseguren la candidatura española, e ir concretando acciones, «sitio y fecha» de presentación.
Mientras tanto, el investigador se congratula de que el tema haya llegado al Parlamento andaluz y genere interés en el ámbito local donde instituciones como el Centro Artístico y Científico de Granada siguen de cerca de las administraciones para que el proyecto fructifique pese a la situación de interinidad política.
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