CIENCIA

600 noches para hallar una Tierra extrasolar

El Observatorio de Calar Alto se la juega de aquí a 2018 tras revitalizar su actividad con el instrumento Carmenes diseñado en el Instituto de Astrofísica de Andalucía

Canal infrarrojo de Carmenes, en la sala limpia del Instituto de Astrofísica donde se ensambló

DIEGO MÁRQUEZ

El proyecto hispano-alemán que busca planetas habitables en galaxias externas al Sistema Solar ya está en marcha. El instrumento de medida Carmenes se ha adaptado al telescopio del Observatorio de Calar Alto, en Almería, para rastrear durante 600 noches un total de 300 estrellas. Hay contempladas 150 noches más que están previstas en caso de que haya indicios fiables de posibilidad de vida.

Para ello se ha creado este instrumento compuesto por dos canales ubicados en inmensas salas dentro de los denominados «tanques de vacío». En la construcción del espectrógrafo infrarrojo, que tiene un metro y medio de diámetro por 3,5 de largo, han participado empresas de alrededor de una decena de países bajo la coordinación del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA), con sede en el granadino barrio del Zaidín.

Sobre unos raíles, hay una mesa óptica que se desliza dentro del tanque con aparatos de optomecánica – espejos recubiertos en oro, una cámara y un detector – que permiten al instrumento medir enfriando el canal infrarrojo a una temperatura de -130 grados centígrados. Sus primeros resultados podrían estar en 3 o 4 meses.

La hiperprecisión con la que mira el telescopio de 3 metros y medio de Calar Alto gracias a Carmenes es tal que detectará variaciones de velocidad en el movimiento de estrellas situadas a cientos de billones de kilómetros con una precisión del orden de un metro por segundo.

El instrumento, que se ha puesto en marcha en el marco de un consorcio participado por 11 instituciones españolas y alemanas, tenía que estar en el Observatorio de Calar Alto antes de final de año para que pudiera seguir funcionando.

Así que hasta 2018, año en el que Alemania se desvinculará del mirador almeriense y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) t endrá que decidir sobre su futuro, Calar Alto tiene vida asegurada y es gracias a Carmenes, el acrónimo del interminable nombre en inglés de este sistema de búsqueda de alta resolución.

«FASE DE RODAJE»

El codirector del proyecto, Pedro Amado, señala que este instrumento ahora es como «un coche nuevo que empieza a funcionar» y que tiene que ir «calentando el motor» en una «fase de rodaje» que se extenderá durante el próximo medio año.

Se busca una segunda Tierra, uno de los principales desafíos de la astrofísica actual. En otros proyectos, han sido descubiertos 2.000 exoplanetas, así denominados porque están fuera del Sistema Solar, pero la mayoría son «hostiles para la vida» siguiendo la terminología que usa Andreas Quirrenbach, investigador que encabeza el proyecto.

La búsqueda se hace de forma indirecta porque lo que en realidad miran los científicos son las denominadas enanas rojas, «estrellas más pequeñas que ofrecen las condiciones para la existencia de agua líquida en órbitas cercanas». La luz que proyectan y que llegan a ver en Calar Alto gracias a los dos canales de Carmenes puede indicar condiciones de habitabilidad en planetas que giren en torno de ellas.

Con Carmenes, astrónomos españoles y alemanes pueden examinar en una noche unas 15 estrellas. Fue el caso de la noche del 24 al 25 de enero, cuando el suelo tembló en Andalucía, tanto que también hizo temblar durante horas uno de los tanques en que se insertan los canales del monumental aparataje, con unas patas neumáticas especiales que aíslan de las vibraciones. Resistió, solo habrá que mirar con más detenimiento los datos extraídos.

Pedro Amado está satisfecho del trabajo desarrollado para ponerlo en marcha en condiciones óptimas y, pese a que «la presión ha sido fortísima», se hizo sin retrasos tras empezar a proyectarlo en 2009. «Todo un observatorio nacional dependía de que estuviéramos a tiempo», remacha el científico en referencia a Calar Alto en cuya historia figurarán con letras destacadas los nombres de estos investigadores comandados por alemanes y españoles que lo sacaron adelante.

PROXIMA CENTAURI

Investigadores del Instituto Tecnológico de California han revolucionado recientemente el mapa astronómico proponiendo la existencia de un noveno planeta de dimensiones colosales, muy distante, y dentro del Sistema Solar.

No sería comparable por tanto con lo que buscan los científicos del IAA. Carmenes observa fuera del Sistema Solar y solo en el cielo del hemisferio norte. En el sur trabajan los investigadores del proyecto Pale Red Dot que, con un espectrógrafo similar a Carmenes, busca desde Chile planetas similares a la Tierra de la estrella Proxima Centauri , la más cercana al Sol.

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