Dos de los cinco linces ibéricos soltados en diciembre en la Sierra de Arana ya han muerto

Tras el atropello a uno de ellos en la carretera de Albolote y el encuentro del cadáver de otro de ellos por el ataque de un perro, solo quedan tres

Otro de los linces se encuentra en paradero desconocido tras perderse su geolocalizador

El lince ibérico vuelve a Granada cuarenta años después de su desaparición

Imagen de la suelta de linces ibéricos en Iznalloz el pasado diciembre JAVIER MARTÍN

Álvaro Holgado

Granada

Granada volvió a acoger al lince ibérico después de la suelta de cinco ejemplares en la Sierra de Arana, concretamente en la localidad de Iznalloz, cuarenta años después el pasado diciembre. Apenas dos meses más tarde, de aquellos cinco, dos ya han muerto. Uno atropellado mortalmente. Su cadáver apareció en una carretera de la zona de El Chaparral, en Albolote, a más de treinta kilómetros de donde fue soltado. Otro, apareció muerto el pasado 27 de diciembre, fruto de un ataque de varios perros que acabaron con la vida del ejemplar. Según indican desde el Seprona, un tercero de ellos se encuentra, por el momento, ilocalizable.

Esos son los datos de esa primera suelta. La situación, según explican desde el Plan de Recuperación del Lince Ibérico en Andalucía y de Life Lynx Connect, es perfectamente normal. Son circunstancias, aseguran, que se pueden producir en estos procesos de adaptación. Los cinco ejemplares introducidos, además, eran de corta edad, lo que provoca aún más complicaciones en ese proceso. Incluso la pérdida del GPS que localizaría al tercero en discordia, es habitual. Solo el atropello ha abierto una investigación para aclarar los motivos del posible atropello y comprobar si este se produjo de manera accidental en la autovía o fue por otras circunstancias.

El proceso, indican desde Life Lynx Connect, es largo. Todo lo que puede serlo para una especie que ya prácticamente había desaparecido de la provincia y que en Andalucía se ha conseguido recuperar muy poco a poco, con un esfuerzo institucional y una implicación social importante. Hace apenas dos décadas, en 2002, estaba al borde de la extinción, con apenas 94 censados en la comunidad andaluza.

La principal causa de la muerte de estos felinos, de hecho, se sigue encontrando precisamente en la carretera. Además del caso del lince atropellado en Granada, justo al mismo tiempo que la suelta en la Sierra de Arana, en diciembre, Ecologistas en Acción denunciaron dos nuevas muertes de lince ibérico por atropello en una carretera del entorno de Doñana. Concretamente en un conocido como punto negro para la especie, la A-481, carretera que une dos pueblos de Huelva y Sevilla.

Atropellos

Imagen de la barrera virtual instalada en la A-392 para evitar el atropello de linces ABC

Según explican desde Ecologistas, el 32 % de los linces en Doñana mueren por esta causa y en España son 169 los que ya fallecieron en los últimos 20 años en las carreteras, según datos del proyecto de conservación e introducción de linces, Life, de la Unión Europea. La alarma y el miedo a dar vuelta atrás en la paulatina recuperación de la especie ha provocado la innovación, de hecho, en algunas comunidades autónomas, también en Andalucía.

Recientemente fue en Extremadura donde desde hace menos de mes y mediose incorporó tecnología avanzada que, en base a los geolocalizadores de los ejemplares mandan información a las propias señales de tráfico. Esta señales variables, que funcionan por VHF, se activan en caso de detectar a estos animales en las inmediaciones de la vía, avisando a los conductores y marcando un límite de velocidad específico de 40 kilómetros por hora.

En Jaén, el pasado septiembre se incorporó una método a la inversa. Sensores a ambos lados de la A-312 que detectan la luz de los coches y activan una alerta que ahuyenta a los animales. Ambos métodos, sea como fuera son pioneros, aunque en el caso andaluz se trata de una forma más económica que la extremeña y las empleadas hasta ahora, lo que podría propiciar su expansión en un futuro.

Vuelta del lince

Imagen de la vuelta del lince a la Sierra de Arana ABC

El trabajo en los últimos años por parte de la administración andaluza, eso sí, se nota. La recuperación del lince se encuentra entre esas cuestiones de consenso social y político que han conseguido más allá de los colores políticos, mejorar y solidificarse en el tiempo. En la actualidad cuenta con más de 522 individuos censados en diferentes núcleos de población andaluces.

Son espacios que, además, están interconectados entre sí, lo que implica un doble éxito del programa y una mayor esperanza de futuro para la recuperación de la especie. El lince, con todo, se ha convertido desde hace décadas en uno de los símbolos culturales en todo el país en cuanto a la sensibilidad medioambiental y la posibilidad de nuevos modelos económicos más sostenibles con la naturaleza, sobre todo en Andalucía.

La referencia del lince, tal y como señalaban desde la Junta de Andalucía, se entiende como «trampolín de desarrollo económico de toda la zona», siempre con el objetivo de que vuelvan a estar en ella de forma estable y que la desgraciada muerte de los primeros ejemplares en Sierra Arana queden como anécdota para recuperación de la especie. En todo caso, insisten desde Life Lynx Connect, es cuestión de paciencia, en un proceso que todavía debe durar años hasta aposentarse.

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