Abusos sexuales

El juez ve «susceptibles» de delitos penales los abusos y agresiones sexuales de «los Romanones»

Relata en un auto las prácticas de diez sacerdotes y dos laicos contra menores

Luis Javier López

Esta mañana ha quedado levantado el secreto de sumario del llamado caso de «los Romanones» en el que se investigan los supuestos abusos sexuales cometidos por un grupo de sacerdotes y laicos a menores en la diócesis granadina durante varios años en la pasada década.

El titular del Juzgado de Instrucción nº 4 de Granada, Antonio Moreno, indica en su auto que «los indicados hechos» –relatados por dos víctimas en su declaración ante el juez- «son susceptibles de constituir infracciones penales por comisión de delitos contra la libertad e indemnidad sexuales». El magistrado considera que las prácticas contra dos menores de una docena de sacerdotes y dos laicos descritas detalladamente en el auto se consideran agresiones sexuales (tipificadas en los arts. 178 a 180 del Codigo Penal), abusos sexuales (arts. 181 a 183 del mismo Código) y exhibicionismo (art. 185).

El principal implicado en estos supuestos abusos es el expárroco de San Juan María Vianney de Granada, Román Martínez, y los sacerdotes y laicos que junto a él conformaban el que se ha denominado clan de los Romanones. Tres de estas personas junto al padre Román fueron ya detenidas y posteriormente puestas en libertad con cargos en noviembre pasado acusadas de delitos contra la libertad y la indemnidad sexual de sus víctimas. El padre Román además tuvo que abonar 10.000 euros de fianza para quedar en libertad , tras casi 48 horas de arresto en los calabozos de la Comisaría de Policía Nacional de Granada.

El magistrado hace referencia en su auto a todos los hechos que relataron sufrir las dos víctimas, una de las cuales inició este proceso judicial al denunciar ante la Fiscalía de Granada las supuestas vejaciones sufridas desde 2004 a 2007, cuando él tenía entre 14 y 17 años. Esta persona –hoy con 24 años y supernumerario del Opus Dei- narra en su declaración cómo inició su contacto con el padre Román como monaguillo en la parroquia de San Juan María Vianney para pasar a tener una frecuente relación con su entorno primero en un domicilio del barrio granadino del Zaidín y, después, en el chalet de Los Pinillos en las proximidades de la capital. Fue en este lugar donde el padre Román le dijo «soy tu padre, tienes que dejarte llevar, no vives bien tu sexualidad» .

Comentario que insistió en repetirle: «debes dejarte llevar y vivir la sexualidad sin tapujos, siendo una sensación increíble que te toquen el punto G», en referencia a las masturbaciones y penetraciones que, según el relato de la víctima, el padre Román le comenzó a practicar.

Otro sacerdotes –uno de ellos juez en el Tribunal diocesano de Granada, Francisco Campos- «también le efectuaron a masturbaciones» al menor aunque no le practicaron penetración. Sí «le ponían películas pornográficas a visionar con ellos diciéndole aquellos que era para que se fijara que era algo normal».

Coacciones de Román

Estos hechos provocaron en la víctima «un gran estado de ansiedad, llegando a sufrir amenazas verbales» por parte de los sacerdotes que le indicaron que «si no vivía la sexualidad con claridad de miras, tendría que dejar el grupo». El padre Román «siempre le decía para coaccionarlo que él no querría nada malo» para la víctima y «podía ser el padre que nunca había tenido».

Es más, según el denunciante el sacerdote insistía a su víctima para «que viera en él un apoyo sentimental y de protección», y que «todo lo que le hacía o decía era por su bien y pensando siempre en hacer lo que Dios le iba marcando». El joven finalmente dejó este grupo en junio de 2007 año en que se marchó de la parroquia donde vivían varios de los sacerdotes del «clan de los Romanones».

Más denuncias

Años antes, un segundo denunciante , abandonó toda relación con el padre Román después de vivir un episodio donde sorprendió al sacerdote en el baño de la casa donde el menor se duchaba –propiedad de Román- cuando «dirigió su mano para intentar coger su pene». Tras este suceso el joven, pese a que continuamente el presbítero iba a su casa para buscarlo, no mantuvo relación alguna con él.

Según el magistrado «todo el grupo de imputados dispone de importante patrimonio y en común», y en el auto se deja constancia de que no ha habido «más denuncias» por hechos similares a los denunciados por las dos víctimas. Finalmente, el juez les concede a todas las partes del caso un plazo de diez días hábiles «para que, habida cuenta del tiempo transcurrido hasta que se interpone denuncia (…) informen acerca de la posible prescripción de cada uno de los hechos» con objeto de delimitar así el objeto del proceso que hubiere de continuar.

El sumario del caso de «los Romanones» ha comprendido las actuaciones judiciales y las policiales ordenadas judicialmente, «necesarias para la investigación de los hechos» y que han quedado recogidas a lo largo de 1595 folios y 4 tomos, según indica el propio juez en el auto hoy conocido. 

El juez ve «susceptibles» de delitos penales los abusos y agresiones sexuales de «los Romanones»

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación