El Arzobispado de Granada confía en que se sepa la «verdad» del «caso Romanones»

Tras conocerse el auto del juez Antonio Moreno en el que considera «suceptibles» de delitos penales los abusos y agresiones sexuales contra menores del conocido como clan de «los Romanones» -diez sacerdotes y dos laicos están imputados-, el Arzobispado de Granada ha manifestado respetar la decisión judicial.

Igualmente, desde la institución eclesial confían en que se sepa «la verdad» de este caso y se llegue «al fondo» del asunto cuyo secreto de sumario ha quedado hoy levantado por el magistrado Antonio Moreno, titular del Juzgado de Instrucción nº4 de Granada. Según han informado fuentes del Arzobispado no se valorará el auto hoy conocido y que resume las presuntas «agresiones y abusos sexuales» con el agravante de «exhibicionismo» de los imputados hacia los jóvenes que denunciaron estos hechos.

Tal y como se viene asegurando desde la Iglesia granadina, se va a seguir «colaborando» con la Justicia con presuntos casos de abusos contra menores. Siguiendo esta política manteniendo las directrices vaticanas de «tolerancia cero» , el arzobispo de Granada, monseñor Javier Martínez , suspendió «a divinis» a tres sacerdotes directamente señalados por las dos víctimas que sufrieron los supuestos abusos y que ejercían hasta octubre pasado su ministerio en distintos templos de la diócesis. Entre ellos, el padre Román Martínez, párroco de San Juan María Vianney, iglesia donde una de las víctimas participó de su actividad. También el prelado sancionó prohibiéndole seguir con sus funciones a un juez del Tribunal Eclesiástico de Granada.  

Finalmente, el Arzobispado retiró la «idoneidad» para impartir clases de Religión en un instituto de secundaria a un laico, implicado en los hechos denunciados por la víctima.

Monseñor Martínez se encuentra hoy en Roma donde ha concelebrado con el pontífice la eucaristía esta mañana, por invitación expresa del Papa Francisco, en la capilla de la residencia vaticana de Santa Marta.