Un kiosco de flores convertido en galería artística

La plaza Bib-Rambla de Granada es uno de los epicentros de la vida popular de la ciudad. En ella ocupan un lugar destacado, junto a sus terrazas y restaurantes, los kioscos de flores , todo un atractivo no solo para los turistas, sino también para los granadinos. Uno de esos kioscos se va a convertir, desde hoy, en una galería de arte con la que invitar al ciudadano a conectar directamente con la cultura.

Esta iniciativa está impulsada por el Centro José Guerrero de Diputación , que ha creado una sala de exposiciones en pleno corazón de la ciudad. El artista Rogelio López Cuenca será el encargado de inaugurar este escaparate artístico; López Cuenca es un referente internacional del arte público. Su obra, que gira en torno al análisis de los medios de comunicación masivos y la construcción de las identidades se caracteriza por un hábil manejo del lenguaje, y por la relectura de imágenes cotidianas, históricas o procedentes de los Medios, gracias a la que efectúa una aguda crítica de la cultura y la sociedad contemporáneos que nunca olvida su sutiliza irónica y poética.

Con esta propuesta desde el museo Guerrero se quiere sacar el arte a la calle y compartir emociones y sensaciones en la esfera pública. «Se trata de un contenedor cultural que estimule a los ciudadanos y turistas que pasen por esta plaza y despierte en ellos un interés especial», ha explicado el diputado delegado de Cultura, José Torrente.

Por su parte, desde la concejalía de Cultura del consistorio granadino, que también colabora en esta iniciativa, se ha señalado que «en cierta forma, esta instalación viene a refrendar la nueva sensibilidad y la nueva sentimentalidad de la creación poética y literaria de Granada, haciendo de las cosas cotidianas algo realmente especial».

El primer artista que compartirá sus obras con los granadinos es Rogelio López Cuenca, cuyo trabajo Bibrramblabookburning. Memorial intermitente, quedará a la vista de todos hasta el próximo 29 de marzo de 2015, con cambios de expositores cada quince días, recordando un poco a una novela contada en diversos capítulos.

Tal y como ha explicado López Cuenca, la obra es « una experimentación que quiere poner en pie un monumento temporal , que no solo hable del pasado, sino también de su relación con el presente, tomando como punto de partida el auto de fe organizado por el Cardenal Cisneros en esta plaza, en la que se quemaron entre tres y cinco mil libros, alrededor del año 1.500».

En una primera fase, el Proyecto Kiosco instalará en este punto de la ciudad varias producciones artísticas con la finalidad de incentivar las relaciones entre el arte y la esfera pública. A López Cuenca le sucederán otros artistas seleccionados por convocatoria pública de acuerdo a unas bases que se renovarán cada año, en una apuesta por el Centro José Guerrero de incorporar la pujanza del arte emergente en el corazón de la ciudad.