construcción
La Torre del Agua de Córdoba estará finalizada en el verano de 2023 y apura sus ventas con sólo una vivienda disponible
Agrifluide indica que las obras van «dentro de lo previsto» y señala que el único hogar en comercialización cuesta alrededor de 450.000 euros
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Una empresa quiere comprar la Torre del Agua de Córdoba para acabar y entregar las viviendas

Uno de los grandes proyectos inmobiliarios de la capital, la Torre del Agua (será el edificio residencial más alto de Córdoba), sigue tomando forma tras haberse desbloqueado en el arranque del verano con el reinicio de las obras -su ejecución quedó paralizada en 2019-. El presidente del grupo cordobés Agrifluide (el que logró reactivar la promoción), Rafael García, ha explicado a ABC que los trabajos se están desarrollando con «normalidad y a buen ritmo» y que únicamente les queda una vivienda, de las 38 de que dispone el inmueble, por vender.
García ha indicado que las obras, que se retomaron a finales de junio, «van muy bien; dentro de lo que habíamos previsto». Ha detallado que se están desarrollando «muchas tareas al mismo tiempo. Vamos simultaneando todo lo que es posible». «Lo más visible es la fachada que ya está ejecutándose lo que faltaba. Además, se están realizando trabajos en las zonas interiores, de la parte eléctrica, de fontanería o de cerramientos de tabiquería».
Cuando Agrifluide retomó la construcción de la Torre del Agua restaba aproximadamente un tercera parte del inmueble por acometer y hoy queda por ejecutar «en torno a un 25%».

«Las obras van muy bien; dentro de lo que habíamos previsto. Lo más visible es la fachada que ya está ejecutándose lo que faltaba»
Rafael García
Presidente de Agrifluide
Desde este grupo cordobés se indica que la «terminación de las obras está prevista para finales de junio o julio« de 2023. «Luego, la entrega de viviendas lleva un proceso burocrático de permisos», ha recordado García, para indicar que darían por bueno que se pudieran «firmar las escrituras de las viviendas en septiembre».
La satisfacción por la marcha de las obras se extiende también al ritmo de ventas de esta enorme promoción. En el momento en que Agrifluide asumió el proyecto, de las 38 viviendas que tendrá el inmueble, 23 se las habían quedado los cooperativistas que las habían adquirido inicialmente. Salieron al mercado quince, pero, sin hacer comercialización -sólo con el 'boca a boca', explicaban en este grupo empresarial-, esa cifra se quedó en seis a fecha de junio.
Catorce millones de inversión
En la actualidad, ha ahondado García, «queda por vender solamente una, que es un bajo». Se trata de un hogar, cuyo precio está en «alrededor de 450.000 euros, incluyendo cochera y trastero». Se ha declarado «muy saisfecho con el ritmo de comercialización« que ha tenido la promoción. Eso sí, ha matizado que «no era difícil acertar» el éxito que iban a tener, porque es «un edificio es muy singular y lo que cuestan está dentro de lo que Córdoba paga por este tipo de hogares de nivel». «Lo que nos hubiese sorprendido es que el ritmo de comercialización hubiera sido otro. Damos por hecho que la que resta la vamos a vender», ha señalado.
Agrifluide mantiene la previsión de que su inversión en este proyecto «ascenderá a unos 14 millones». García ha mostrado su «enorme satisfacción por haber sido capaces de concluir un proyecto tan singular y emblemático en Córdoba que estaba parado» desde 2019. «Es una alegría haber podido contribuir a resolver este problema y una satisfacción pofesional», ha asegurado García.
El grupo cordobés que ha logrado resucitar la Torre del Agua está dedicado a los fertilizantes pero también ha acometido inmuebles residenciales de forma puntual en la capital y en la Costa del Sol. Fue el que impulsó una operación para reactivar su construccion. Ésta logró el visto bueno de CaixaBank, la entidad financiera del proyecto, y de los cooperativistas que arrancaron esta promoción.
Desde Agrifluide, en junio, cuando se reanudaron las obras, su presidente señalaba como «motivo fundamental» para haber desembarcado en esta iniciativa inmobiliaria «resolver un problema enquistado». «Dado que es una actividad que no nos es extraña, nos pareció interesante. Además, tengo tres hijos y cada uno de ellos tenía una vivienda en la Torre del Agua como miembros de la cooperativa. Por ello, estuve siempre muy al tanto de lo que pasaba», reflexionaba García.
Luego, insistía en que «lo que nos ha movido principalmente para hacernos cargo de este inmueble y terminarlo es que Córdoba no se podía permitir el lujo de tener ahí un edificio emblemático muerto de risa. Porque toda la ciudad lo conocía y comentaba: ''Hay que ver. Parece mentira que ese inmueble esté así''. Eso nos llevó a decir que fuera una empresa de Córdoba la que tratara de solucionarlo».