URBANISMO

La Zona Militar de Córdoba, otra vez sin plan concreto

El edificio militar de la Trinidad presenta un aspecto cada vez peor sin que haya interés en rescatarlo

Una joven pasa por delante de la Zona Militar, reflejada en la luna de un coche ÁLVARO CARMONA

Rafael Ruiz

LA determinación del equipo de gobierno de que la Normal sea la sede del polo digital que pretende crear el alcalde José María Bellido vuelve la mirada a la Zona de Reclutamiento o Cuartel de la Trinidad, un espacio que supera los seis mil metros cuadrados que es propiedad de las Fuerzas Armadas y que cuenta con una situación cada vez más precaria. La determinación de que la Normal sea una sede provisional no es garantía de nada. En Córdoba las cosas provisionales tienden a convertirse en duraderas a poco que se abra la puerta.

Técnicamente, el cuartel de la Trinidad , sin uso desde la desaparición del servicio militar obligatorio en tiempos del presidente Aznar, tiene una función en el planeamiento. Tras no pocos debates, el Plan del Casco determinó que la parcela tenía que dividirse en tres. Una parte tenía que convertirse en aparcamiento con el objetivo de paliar las necesidades de la zona. Otra parte, la llamada parcela de Intendencia, debía destinarse al mercado residencial, lo que permitiría al Ministerio de Defensa ganar unos buenos euros con la operación. Otra parte debería acabar en manos del Ayuntamiento para realizar una ampliación del A rchivo Histórico Municipal.

Una profunda rehabilitación

De los tres objetivos, el del aparcamiento es dudoso dada la cercanía del estacionamiento de la Victoria y la pretensión del alcalde de emprender el proyecto Puerta de Córdoba apenas unos metros más al sur. El asunto de la parcela residencial pudo ver la luz en el mandato de José Antonio Nieto cuando se pactó aumentar los 2.400 metros cuadrados en los que se puede construir en algo más a cambio de la propiedad de las Caballerizas Reales. Una permuta que fue tremendamente criticada por la izquierda cordobesa, que aseguraba que se estaba poniendo en almoneda el patrimonio público. A IU y PSOE el protocolo firmado por Nieto le duró tres telediarios. El último objetivo, la ampliación del Archivo, ni siquiera está sobre la mesa. El actual edificio está siendo sometido a una profunda rehabilitación y se han contratado espacios externos como archivos intermedios.

Tampoco el Gobierno central ha puesto mucho empeño, por no decir ninguno, por desarrollar planes concretos con ese espacio con entidades que dependen de la Administración central del Estado. El edificio de la Zona de Reclutamiento, hoy, solo vale lo que cueste demolerlo. El suelo, sin embargo, podría tener un valor de mercado relevante y unas posibilidades para dotaciones públicas muy importantes.

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