Soy cordobita
«Yo margino al rojo»
Lo descafeinado se ha impuesto como la verdad oficial, y las aristas han sido pulidas en el PP para encajar en todos los ensambles del poder
Esta frase entre comillada está dedicada a un compañero de tertulia que en una larga mesa de madera, con muchos secretos encima de una afamado hostelero cordobés, la decía con mucho convencimiento ante lo vivido esta semana con la moción de censura de Vox , y el triunfo de Sánchez y sus abyectos socios que se relamían de gusto ante la rotura de puentes entre los líderes de la derecha, ante el disgusto de los votantes que saben que solo con la unión de PP y Vox , la derecha gobierna en varias comunidades autónomas y ayuntamientos, y podría alguna vez gobernar la nación .
Creo que sentíamos la misma tristeza que cuando las elecciones nos dejaron en manos de la alianza más perjudicial de la historia de España , hecha de hilachos de lo peor de cada casa, y pariendo unos ministros que debieran declararse, bien por su incapacidad bien por su falta de amor a la nación de cuyos pechos maman y se suben el sueldo, como personas non gratas.
Claro que cualquier ideología es respetable, pero siempre que respete las normas del juego, en este caso la Constitución , y no es lo mismo ser socialista y creer que subiendo impuestos puedes gastar más para fines sociales hasta el infinito, que decir en el Congreso , sustentado apenas en un puñado de votos que por la no derogada ley electoral a tiempo por Rajoy , cuando tenía la mayoría absoluta para hacerlo, que España se las trae al pairo, eso sí, siendo diputado y cobrando por ello.
Hoy España da otro paso atrás en la libertad porque en el PSOE ya no hay patriotas en el poder, solo gente que adora al muñeco ególatra que se cree Alicia ante el espejo , sin alma, solo pensando cómo sostenerse otro mes más en el poder al precio que sea.
Si fuera de izquierdas, demócrata y patriota no sabría a quien votar, pero como soy liberal y me gusta ponderar lo mejor de cada casa, diré, que si bien antes en el PP predominaban los grandes perfiles técnicos y de carácter, y eso le daba ante el votante la seguridad de que gobernarían bien aunque fuesen dejándose su alma e ideología por el camino, hoy día tenemos un PP nacional que deja sin sitio a Cayetana , un Cs que dejaron almas libres como Girauta y Marcos de Quinto , y un Vox al que todavía le falta una guardia pretoriana del líder y un mayor pulido en las formas de decir las cosas.
No hay nada perfecto en la vida , pero si hay algo que no gusta es la falta de coherencia con los principios que se supone defiendes.
Los medios de comunicación masivamente se regodean ante la ruptura de la derecha , llevan años dando o la visión solo de izquierdas, esa que se adueñó del lenguaje, la cultura y la educación, o la visión del PP consolidado, lo moderado es valorado, lo descafeinado se ha impuesto como la verdad oficial, y las aristas han sido pulidas en el PP para encajar en todos los ensambles del poder.
Mientras el objeto de la moción, el gobierno de Sánchez sigue quemando Roma mientras toca la lira , imponiendo un estado de alarma que potenciará la ruina económica , tomando medidas sin ton ni son, perjudicando sectores estratégicos como la hostelería y el turismo, machacando al empresario y al ciudadano con impuestos que no irán a contratar más médicos sino a subirse el sueldo y afianzar privilegios mientras el pueblo se muere y se desangra de ilusión y esperanza.
Nos han comido el coco, por eso está bien visto decir setenta veces siete Vox es la ultraderecha , por defender principios que otros olvidaron, y sacar la bandera con orgullo cuando a la mayoría le daba vergüenza porque estaba unida a tintes franquistas , y queda mal decir «Yo margino al rojo».
