El dedo en el ojo
Y hasta se respira mejor
¡Ah! ¿No es cierto, ángel de amor, que en esta apartada orilla más pura la luna brilla y se respira mejor?
![Pedro Sánchez con Risto Mejide](https://s1.abcstatics.com/media/andalucia/2018/07/02/s/pedro-opinion-cordoba-k67F--1248x698@abc.jpg)
Tomo prestados los versos de Zorrilla que a tantos han inspirado para embelesarse en su propio enamoramiento. Son los enamorados unos seres singulares que encuentran en el otro motivos suficientes para celebrar la vida y su sentido , para sentirse reconfortados, acogidos y fundidos en una nueva realidad dual. Y hasta el enamoramiento consigue desatascar la congestión nasal para experimentar que, incluso, se respira mejor.
Y digo que son seres singulares porque lo que hoy se lleva es otra cosa. Del mismo modo que la obsolescencia programada hace que tengamos que llevar el microondas al punto limpio en poco tiempo, así las relaciones humanas se han convertido en una realidad finita con fecha de caducidad que tienen su interés mientras presten un buen servicio pero que deben pasar al reciclaje cuando dejan de ser útiles. Y así no paramos de oír hablar de «mi nueva pareja», de mi «ex» o de « la madre de mis hijos» . Hoy las relaciones son de usar y tirar, por buscar en ellas un sentido utilitarista y hedonista que hacen fracasar muchas relaciones. Demasiadas.
Pero siguen habiendo enamorados a la antigua usanza, esos que deben ser tan carcas y rancios que consiguen mantener a las familias unidas y culminan sus proyectos vitales juntos hasta el final. Son aquellos del « hasta que la muerte os separe », proposición que se suele asociar a posturas más conservadoras porque lo moderno es transgredir cualquier clase de normas y, en el amor también, ser más alternativo: que si el poliamor , que si la libertad permanente de elección, que si nadie debe mandar en nadie,... Claro que hay proyectos amorosos que se ven abocados a una necesaria, razonable y aconsejable ruptura, pero no me refiero ahora a esos.
El caso es que leyendo hace poco una editorial de un diario provincial pude comprobar que el amor incondicional sigue existiendo. ¡Hasta en la política, oiga!
Venía a sostener dicho editorial que « España avanza en derechos sociales». Es tal el affair de algunos con este nuevo «Gobierno a como dé lugar» -otros lo han denominado con acierto «Gobierno bonito» porque nuestro presi es guapo, pero guapo de verdad...(y solo eso, por cierto)- que muchos piensan que en esta orilla socialista se respira mejor. Y osan decir, cual bellacos, que el poco tiempo en que Pedro Sánchez viene poniendo posturas y morritos para las fotos (y poco más) ha sido un tiempo maravilloso en el que los derechos sociales se han revitalizado con una inusitada fuerza.
Hemos pasado de condenar al sufrimiento a los moribundos a liberarlos del mismo mediante la futura eutanasia porque, según estos enamorados, sus vidas no son dignas (miedo me da que alguien se erija en juez señalando quién es digno de vivir y quién no. El gobernador de Texas se ha mostrado en ocasiones más piadoso que estos). Y también, por fin ahora, los papás y las mamás podrán disfrutar de su condición en virtud de lo permisos que se van a otorgar porque antes, hace solo unas semanas, eran unos amargados. ¡Por fin se respira mejor!, !por fin somos más solidarios que nunca!, ¡por fin podemos expresarnos libremente sin «mordaza»!, ¡por fin terminó la corrupción, pelillos a la mar con el presidente socialista de la diputación de Valencia !, ¡por fin somos todos más guapos!, ¡¡por fin podemos vivir, so carajo!!
Es la fiebre del enamorado la que consigue la sugestión hasta sentir que «se respira mejor». Abajo las obligaciones, vivan los nuevos derechos. El redentor ha llegado . ¡¡Y es guapísimo!!