VENTA AMBULANTE
Vuelven los mercadillos a Córdoba a medio gas
Los clientes entraban con cautela mientras que los puestos exigían ayudas para sortear la crisis del coronavirus
"¡Todo a 3 euros, señoras!". Los primeros reclamos en el mercadillo de las Setas se escuchaban este martes tras más de tres meses en los que esta misma explanada se había convertido en un circuito militar para la detección dedel Covid 19 . En uno de esos puestos aún quedaba en el sueo la tierra de los camiones de la Brigada de Cerro Muriano, la BRIX, que apenas hacía una semana retiraron su campamento para realizar test rápidos contra el coronavirus.
Las medidas de higiene impuestas aparecían en grandes carteles, como el mantener la distancia de dos metros entre personas, la colocación de puestos alternos, -al cincuenta por ciento de su capacidad- con parcelas vacías en medio y geles hidroalcohólicos en todos los puestos. El olor a churros frente a una señal de tráfico señalaba «Test de Covid 19» a pocos metros en el centro de especialidades de Castilla del Pino en esta direccción daba la bienvenida a los clientes. Unos clientes que llegaban desde varios puntos de la ciudad como las tres amigas de Fátima que habían quedado justo para ir al mercadillo «a echar un vistazo, sin nada pensado sobre qué comprarían». Todos con mascarillas, aunque una vez dentro, algunos se relajaban situándose la mascarilla en la barbilla para hablar y cerrar ventas.
Los comerciantes ambulantes estaban ilusionados, intentando que los clientes no se agolparan, pero una tarea difícil cuando se trata de rebuscar en una montaña de prendas. Las señoras se lanzaban mensajes como «hay que esperar turno», o «señora no se coloque justo detrás mia», para recordar la cautela que hay que seguir manteniendo en esta situación.
Los vendedores como Ricardo Jurado se habían instalado con «muchísima ilusión» pero con la incertidumbre de si habría suficientes ventas este martes. Sólo pueden ir un día a la semana de los dos que se celebra el mercadillo y lo hacen según el orden numérico, de pares o impares. Durante estos meses han solicitado la ayudas al autónomo por Covid 19 pero el volver a montar el puesto les ha supuesto una gran inversión porque la temporada de entretiempo la han perdido prácticamente y han tenido que comprar género de verano, sin tener ingresos en los últimos meses, cuenta Rafael Reyes que lleva más de 40 años de vendedor en estos mercadillos. Reyes ha pedido al Ayuntamiento que les ayude «por lo menos con la exención de tasas hasta el año que viene, además de que nos den las ayudas que nos han prometido». Otros vendedores como Francisco Sánchez tienen cierto miedo a que los clientes no lleguen en la medida que lo necesitan, porque han pasado meses «muy duros», nunca vistos en los 25 años que llevan montando su puesto de ropa en este tipo de mercadillos.
Los puestos más visitados eran los de chanclas y ropa deportiva o de piscinas, mientras los de alimentación, como aceitunas o legumbres no terminaban de arrancar, pese a los plásticos protectores que les habían colocado. Las frases de siempre, como «que me lo quitan de las manos; o todo a 3 y 5 euros, se sumaban otras nuevas como «no me abráis las bolsas que entra el coronavirus».
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