APUNTES AL MARGEN
Volantes y mascarillas
El gobierno local reconoce su incomodidad con el hecho de que se hable de fiestas entre noticias de fallecimientos
![Un operario trabaja en el montaje de la portada de la Feria en la edición de 2019](https://s3.abcstatics.com/media/andalucia/2020/03/29/s/montaje-feria-cordoba-kgRB--1248x698@abc.jpg)
EL ayuntamiento de Córdoba ha decidido no reconocer públicamente por el momento el acuerdo alcanzado entre la delegada de Promoción, Marian Aguilar, y las principales entidades de organización de la Feria para que, en el caso de que sea posible, celebrar la última fiesta de mayo entre los días 17 y 25 de octubre. Aguilar ha venido trabajando en los últimos días en poner de acuerdo a los principales entidades que están detrás de los festejos populares para crear ventanas de oportunidad en el calendario con el objetivo de presentar un a organización básica de cara a los inicios del otoño en el supuesto, insisto, de que las autoridades sanitarias hayan levantado el veto sobre las concentraciones masivas de personas.
La Delegación de Promoción está trabajando también con otras entidades como los propietarios de patios con el objetivo de hacer coincidir la edición de este año con la Flora , un festival de carácter artístico que estaba previsto para los mismos días en los que ahora se encuadra la Feria de San Rafael, por ponerle un nombre provisional. Además, el gobierno municipal ha abogado por «rescatar» las Cruces . Si el día 3 de mayo se celebra la festividad cristiana de la Cruz, se trabaja en algún tipo de cita festiva para el 14 de septiembre que está señalado en el calendario litúrgico como el día de la Exaltación de la Cruz. Las hermandades han realizado la contrapropuesta de usar el fin de semana del 11, 12 y 13 de septiembre para esta finalidad dado el fuerte impacto que tiene la primera cita de mayo en las arcas de las corporaciones religiosas, volcadas en estos momentos en la realización de actividades solidarias por la crisis de la Covid-19.
En el gobierno municipal reconocen su malestar de que el asunto sea objeto de debate público (más allá de las negociaciones realizadas) en un momento en el que las noticias sobre la crisis no son, ni mucho menos, halagüeñas . El mismo día en el que se le ponía una fecha consensuada a la Feria de Octubre, se conocía el décimo deceso en Córdoba. La preocupación en estos momentos por lugares como las residencias de ancianos es máxima. El hecho de estar lejos del pico epidémico no implica que el confinamiento tenga aún un plazo cierto de conclusión. Ni siquiera hay garantías de que la pandemia presente varias oleadas o que la situación económica subsiguiente permita fiesta alguna .
El equipo de Promoción solo está haciendo su trabajo . En el caso de que la ciudad decida activar estas fechas festivas, es preciso trabajar anticipadamente con contratos, convocatorias y regulaciones varias. En este país, se nos da bastante mejor preparar festejos que anticipar pandemias, cosa que habla muy bien de los gestores de las primeras y bastante mal de quienes se ocupan de las segundas. Por macabro que parezca , esas negociaciones son necesarias y las filtraciones, dado el carácter popular de las citas, imposible de controlar.
Existen varias razones que aconsejan , bajo el humilde punto de vista del que antefirma, celebrar fiestas populare s en otoño mezclando volantes y mascarillas . Y no es la económica la principal , aunque el sector del ocio vaya a necesitar un mayo en septiembre y octubre. Antes o después, la epidemia pasará . Dejando estragos en familias y haciendas pero pasará. Alterando nuestro modo de vida pero pasará. Y será el momento de celebrar que seguimos vivos recordando a los que ya no están. De recobrar el derecho a la normalidad, a la calle, que ahora se nos niega por razones de fuerza mayor. De esa comunión social que se genera al pegarse una buena fiesta.