La Virgen de la Sierra se despide de Cabra y vuelve a las alturas del Picacho

Rodeada entre el gentío, la Virgen de la Sierra volvió ayer a su santuario en el Picacho . Sobre las 7 de la mañana las campanas de la Parroquia Mayor de la Asunción y Ángeles comenzaban a repicar anunciando la salida de la patrona de Cabra una vez terminada la misa de despedida.

En procesión por las calles de la ciudad y acompañada por los sones de la Banda de Música de Cabra , las andas de plata que portan le antigua efigie, avanzaron por las calles llevadas por los hermanos costaleros de San Rodrigo Mártir -Costaleros de la Virgen de la Sierra con un paso más ligero que en años anteriores, lo que supuso que la Señora abandonara la ciudad por el antiguo Paso a Nivel al lado del Hospital Infanta Margarita unos 25 minutos antes que el año pasado.

El ascenso por el conocido como Camino Viejo que une la ciudad con el santuario también se hizo a un ritmo muy fuerte, llegando la comitiva a la antigua Casilla de Góngora antes de que el reloj marcara las 9 de la mañana.

Conforme el sol comenzaba a dibujar el paisaje con mayor colorido y nitidez , podía contemplarse con más detalle las características del antiguo manto que en esta ocasión portó la Señora en tonos beige y salmón, así como su exorno compuesto por 700 varas de nardos procedentes de las huertas egabrenses y cuatro coronas florales en las esquinas superiores del templete en tonos blancos. Acompañada de caballistas y devotos, la Señora fue subiendo las empinadas cuestas que caracterizan el tramo de la Finca de la Viñuela.