La Virgen de Luna viaja al santuario de la mano de cientos de devotos

Día cargado de emociones el que vivió ayer el pueblo de Villanueva de Córdoba después de que tras meses de ausencia la patrona de la localidad, la Virgen de Luna , volviera a reencontrarse con el fervor de los jarotes. Una jornada que arrancó pasadas las ocho de la mañana cuando la junta directiva de la Cofradía y cientos de ciudadanos emprendieron el camino hasta el Santuario de la Jara como cada Lunes de Pentecostés.

Un recorrido cargado de tradiciones -los asuetos necesarios y fijados, el vino y los «tostaos»- que finalizó cuatro horas después, cuando los miembros de la Cofradía accedieron al templo para portar a la Virgen de Luna. Antes, cientos de ciudadanos ya mostraron su devoción a la imagen y cumplieron con el tradicional tiro de la soga para escuchar el repique de las campanas de la ermita.

A las doce y veinte, la comitiva encabezada por los símbolos de la Cofradía, bandera, bastón y alabarda , salió de la ermita para entregar la Virgen a su pueblo. Bajo un sol de justicia, llegó el momento de la procesión alrededor del Santuario que fue el preámbulo a la posterior eucaristía. Sonaron las voces romeras, hubo ondeo de bandera y el pueblo de Villanueva volvió a gritar « viva la Virgen de Luna » antes de dejar paso a las horas de convivencia en un ambiente espectacular.

El camino de regreso, con otros once kilómetros que cubrir , se emprendió a las 16.30 horas. Por delante quedaban las últimas horas para que la patrona llegara a Villanueva donde se reencontró con San Miguel y con un pueblo que no dejó de mostrarle su respeto.