Opinión
(Videoanálisis) 'Córdoba, al punto' | Reformas para un casco histórico que se desangra
El Plan Especial del Casco urge reformarlo, plantear alternativas para que sea más fácil vivir en él y frenar su despoblación
Grupo Villar Mir llega a la promoción residencial 'boutique' en el Casco de Córdoba
El Casco de Córdoba, uno de los más grandes de Europa, ha perdido en los últimos 30 años a uno de cada tres residentes . El dato es demoledor y la inercia aún más preocupante. Vivir en la zona antigua de Córdoba no sólo es disfrutar de un patrimonio incomparable y de una belleza sin par. Es, sobre todo, una auténtica dificultad. Comprarse una vivienda, aparcar el coche, llevar a los niños al colegio, comprar en tiendas sin salir de él,...
Así es normal que la expansión residencial en la ciudad esté centrada en Poniente . La ciudad no crece en población, pero ese mercado de nuevas viviendas que se generan y se multiplican encuentran demanda en los mismos cordobeses que se casan, se divorcian, se emancipan o logran vender su piso de segunda mano para buscar algo mejor. Sin embargo, esa población no llega al Casco, encorsetado por una normativa urbanística muy estricta y que impide las facilidades para promover viviendas públicas y protegidas. Y si la gente no se va a vivir al Casco, no se abrirán negocios.
El Ayuntamiento lleva casi un año anunciando que va a tocar el Plan Especial del Casco para hacer flexibles cuestiones como sumar parcelas, aminorar la obligación de dejar un patio o poner placas solares ahora que el precio de la luz anda como anda. Pero no es suficiente. Si el Ayuntamiento acaba de presnetar un nuevo Plan Estratégico, lo que de verdad es estratégico es salvar a un Casco que se desangra en población que no ofrece alternativas residenciales y que vive un boom de poryectos hoteleros y turísticos positivos pero que no pueden ser su único salvavidas.