Crónicas de pegoland
La vida buena
Siendo verdad verdadera lo del paro y la fuga de talentos, el tamaño importa
Sostiene la encuesta de una organización de usuarios que Córdoba es la quinta capital de España con el mejor nivel de vida . Corrijo: es la quinta capital del país, entre las quince más pobladas, donde sus vecinos aseguran vivir mejor, que no es lo mismo. Que el asunto se haga por sondeo arroja la posibilidad de que entre en acción la paradoja del pollo que afecta a toda la demoscopia. Recuerden: si yo me acabo de zampar un pollo con su ración de patatas y pimientos, y usted no, el estudio dirá que cada cordobés ha almorzado media ración aunque sus tripas y las mías no digan exactamente eso.
El caso está de actualidad por los cantos a Madrid de la candidata en cabeza en las elecciones autonómicas del rompeolas de las españas, la popular Díaz Ayuso , que va a ganar por la patilla alabando las Mahou fresquitas y los bocadillos de calamares de El Brillante como paradigma liberal. Oh sorpresa, el sondeo dice que existe una relación inversamente proporcional entre el número de vecinos y la percepción que tienen sus habitantes. Madrid y Barcelona encabezan el ranking por la cola.
Supongo que la clave es a qué llamamos vida buena. Quiá, dirá el vecino del barrio de Salamanca al subirse en el deportivo. En fin, replicará el joven sin empleo de Las Palmeras . Los asesores de Díaz Ayuso han tomado tal cual el argumentario de muchos madrileños, incluso los bohemios pijos de Malasaña , que sostienen que están donde hay que estar pese a todo. Desde ciudades como Córdoba , el asunto se ve con media sonrisa de conmiseración.
Siendo verdad verdadera lo del paro y la fuga de talentos, el tamaño importa. Poder almorzar todos los días en casa, ir caminando al puesto de trabajo -en caso de haberlo conservado-, no quedar atrapado en interminables atascos cada día y cada tarde, no necesitar un automóvil como elemento básico diario, tener un precio de la vivienda (de todo en general) razonablemente bajo, un medio ambiente que no pone malita a la gente, un clima benigno durante buena parte del año, una sensación de seguridad casi constante y la posibilidad de desarrollar una vida social razonable sin pedir una segunda hipoteca al banco siguen siendo motivos de celebración. Yo que el alcalde Belli iría haciendo camisetas: Córdoba , la vida buena. Ojalá llegue el día en que, además, se consiga la buena vida.
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