MÚSICA
Vicente Amigo en la Mezquita-Catedral de Córdoba: Cruce de leyendas en «el lugar más hermoso»
Más de mil personas acuden al concierto del guitarrista, que reconoció lo sobrecogedor del espacio y repasó su trayectoria en una velada para la Historia
Más de un millar de personas se congregaron en la Mezquita-Catedral de Córdoba para asistir al concierto extraordinario que Vicente Amigo ofreció con motivo del 25 aniversario de la declaración como Patrimonio de la Humanidad del Casco Histórico de Córdoba . Bajo las arcadas de la ampliación de Almanzor, se recibió al guitarrista con honores de noche grande y con un ambiente de aroma prenavideño y festivo. No faltaba allí nadie, ni cargos públicos, ni representantes de asociaciones y del mundo cultural. El artista, de negro riguroso, apareció entre aplausos y se lanzó para abrir la noche con « Autorretrato », un tema de su disco « Paseo de gracia » (2009) y con claras resonancias existenciales, que arrancó a su término un aplauso tremendo que hizo resonar las historiadas cúpulas de la Catedral.
El escenario, sencillo, metafísico a su modo, acompañaba al misterio del recinto y a la fusión que luego se vivió de Historia universal y flamenco, en la que Amigo se hizo acompañar por dos cantaores, un percusionista, un guitarrista, un bajista, un violinista y un acordeonista. Penumbra y tonos rojizos fue el contexto antes de que la guitarra de Amigo tomase la noche cordobesa, aunque luego, durante la actuación, los tonos azulados fueron acaparando el protagonismo y le dierom al bosque de arcadas y columnas un aire de fantasía, de mil y una noches, como si todo sucediese en ese espacio nebulosa que existe entre la vigilia y el sueño. «Estamos muy agradecidos porque ustedes nos estén arropando en este lugar tan sobrecogedor», explicó el guitarrista cordobés mientras miraba el entorno con ojos de niño, como si no fuese el mismo hombre que ya conquistó el Carnegie Hall de Nueva York o el Teatro Real de Madrid . También avanzó a la entregada concurrencia de que iban a «intentar devolverles el gesto con el corazón». Agradecidos, según explicó el autor de «Ciudad de las Ideas», «por estar compartiendo este rato con nosotros en el sitio más bonito del mundo», en referencia a la Mezquita-Catedral.
La propuesta de Vicente Amigo , que también contó con invitados sorpresa como el cantaor Pedro El Granaino en el tema «Las cuatro lunas» dedicado al torero Alejandro Talavante, tuvo su hilo vertebrador en el flamenco, pero allí confluyeron los ritmos de origen andalusí con influencias celtas y muchos otros ecos que han ido entrando en las composiciones del artista a lo largo de su carrera, marcada por la creencia firme en la universalidad de la música. Alternó temas de su ya larga y compleja discografía y con ello fue seduciendo a un público que tema tras tema se iba dejando las manos en una especie de comunión esperada. También el maravilloso «Bolero a sus padres», de su disco « Tierra », dedicado a sus progenitores redobló la emoción, pues sólo su madre pudo escucharlo entre el público ya que su padre falleció recientemente. Noche en fin de mil lecturas pero en la que quedó el regusto de que dos leyendas, la de la Mezquita y la del guitarrista , se habían cruzado en un instante mágico camino a la eternidad.
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