Vendedores de El Corte Inglés en Córdoba: «Prefiero atender en persona a mis clientes»

«La forma de vender ha cambiado muchísimo , ahora todo se puede comprar desde el móvil, pero lo que no ha cambiado es la amabilidad y el trato personal que damos a los cordobeses que prefieren seguir comprando en el centro comercial», cuenta José Acuña, un vendedor de la sección de caballero de El Corte Inglés que ha estado en el grupo desde el mismo día de su apertura, el 15 de diciembre de 1995 y que lleva toda la vida atendiendo «con la misma ilusión del primer día» a los cordobeses.

« Entré con 16 años de aprendiz en Galerías Preciados y El Corte Inglés quiso seguir contando conmigo desde el principio, les estoy eternamente agradecido», explica emocionado Acuña, cuya amabilidad se hace evidente hasta por teléfono, cuando explica que «aunque ahora la tecnología ha avanzado muchísimo y todo está informatizado , yo prefiero atender en persona a mis clientes, ofrecerles todas las posibilidades y que se vayan contentos porque han encontrado lo que buscan».

Una actitud de entrega que corrobora su ahora «aprendiz», Mar Rot, una vendedora de la sección de caballero también que cuenta cómo «los clientes llegan buscando a Pepe porque ha atendido a sus abuelos y a sus padres» y le agradece «todo lo que aprendo a diario de él, tanto en su dedicación como en la manera tan generosa que tiene de tratarnos a todos». Un equipo al que «a pesar de ser tantos, siento como mi familia».

Y es que el grupo de trabajadores de El Corte Inglés es un activo esencial para la entidad que ofrece formación continua y beneficios, así como «un empleo estable y de calidad», apunta la directora de Andalucía Occidental y Extremadura, Carmen Moreno, quien afirma que «El Corte Inglés es uno de los mayores empleadores de Córdoba y ofrece la garantía de un trabajo digno, estable, prestigioso ante la sociedad y con oportunidades de promoción interna».

También Rot, aunque reconoce las ventajas de la venta omnicanal, valora la atención al público y pone como ejemplo la compra de trajes para caballero. «Hemos llegado a dedicar horas y horas a clientes que llegan aquí después porque no encuentran tallajes en ningún otro sitio» cuenta y añade que «el mejor incentivo es cuando ese mismo cliente ya recurre a ti en ocasiones especiales».