Religión
El Vaticano abre la puerta a devolver la santidad a Osio, obispo de Córdoba
Admite a trámite la petición del obispo, Demetrio Fernández, para recuperar su culto

El Vaticano ha admitido a trámite la petición del obispo de Córdoba , Demetrio Fernández, para devolver la santidad al obispo Osio, prelado cordobés de los siglos III y IV que recibió culto hasta que fue acusado de simpatizar con movimientos heréticos de la Iglesia de su tiempo. Monseñor Fernández indicó en su carta pastoral de inicio de curso que había pedido al Papa «la extensión del culto público a toda la Iglesia», que dicha solicitud había sido admitida a trámite y que «esperamos que llegue a feliz término». Fuentes de la Diócesis de Córdoba explicaron ayer a ABC que la Santa Sede está estudiando el caso.
Osio estuvo 60 años a cargo de la Diócesis y fue un personaje clave de su tiempo en hechos como el Concilio de Nicea o las disputas con los distintos movimientos que fueron protagonizando el cristianismo de esa etapa histórica. Fue considerado santo durante tres siglos , hasta el siglo VII, cuando fue tachado de «herético» y borrado del santoral.
La Iglesia lo eliminó del calendario litúrgico al haber tenido noticia de que Osio, en el último año de su vida, había claudicado de su fe por firmar un credo arriano. El arrianismo es un movimiento considerado «herético» por la Iglesia ya que Arrio, su impulsor, negaba la divinidad de Jesucristo. Expertos patrísticos han defendido que Osio no firmó aquella declaración o bien lo hizo por presión del emperador, cuando tenía 101 años y en los últimos meses de su vida, en una situación de destierro y hambruna que posiblemente mermó sus facultades mentales.
En 2013, con motivo de la celebración del Congreso Internacional «El siglo de Osio» en Córdoba, se pusieron de manifiesto estas teorías de mano de un grupo de expertos que analizaron su figura. Uno de ellos, Juan José Ayán, autor de la obra «Osio de Córdoba, un siglo de la historia del cristianismo», defendió cómo el obispo cordobés de la Bética no estuvo presente en el Concilio arriano porque los documentos de la reunión no atestiguan su asistencia. Después de celebrarse ese concilio, según Ayán, empezó a correrse la voz de que Osio había entrado en comunión con los arrianos. Aunque es imposible saber qué sucedió, Osio contaba ya entonces con más de un siglo de vida y todas las fuentes indican que fue violentado , forzado e incluso torturado como otros obispos de la época que sufrieron coacciones imperiales.
Con motivo de aquel encuentro, Monseñor Fernández manifestó su pretensión de solicitar a la Santa Sede que fuera «recuperado para los altares» para ser de nuevo santo para los católicos , pues no dejó de serlo para la Iglesia Ortodoxa y la de rito Oriental, que lo veneran como santo confesor y celebran su fiesta el día 27 de agosto.
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