Fiestas
La variante Ómicron no frena el turismo en un puente que ya rebosa Navidad en Córdoba
Las calles de la capital se llenan de miles de visitantes y cordobeses para disfrutar de la amplia agenda navideña
(Video) Un bello estallido de luz y sonido en Cruz Conde inaugura la Navidad más esperada en Córdoba
El puente festivo de la Inmaculada , el más largo de este 2021 que acaba, supone el arranque oficial de la Navidad y, además, destaca por su relevancia a la hora de generar beneficios para el turismo de Córdoba, además de servir como termómetro para calibrar cómo puede funcionar el mes para este sector, cuyo impacto económico representa solo para la capital el 4,2% del Producto Interior Bruto (PIB).
Las halagüeñas previsiones, a todas luces, se cumplirán: la mayoría de los alojamientos han colgado el cartel de ‘completo’ de cara al fin de semana, con un índice de ocupación que ronda el 95 por ciento , con reservas de entre dos y tres noches de media; se trata de pronósticos que también vaticinan como positivos otros sectores, como el hostelero, que durante la jornada de este sábado, ayudado, además, por el buen tiempo, lucen sus terrazas repletas.
En estes sentido, la variante Ómicron , una nueva iteración del coronavirus, identificada por primera vez en Botsuana y Sudáfrica, no ha supuesto un freno a los visitantes, que ven Córdoba como un destino «seguro» , en comparación con otras grandes capitales con una mayor incidencia de la pandemia.
Así, la ciudad, henchida de espíritu navideño, bulle este sábado con el trasiego de oriundos y foráneos. La mayoría de los establecimientos del Centro y de zonas, como la plaza de La Corredera o San Basilio, están «a tope» , según han apuntado desde detrás de sus barras empresarios como Alberto Rosales, administrador de Grupo Puerta Sevilla , cuya propiedad comparte con sus hermanos Isabel y Paco. Esta firma cuenta con tres tres restaurantes: Puerta Sevilla, el buque insignia, que ocupa una casa de 200 años con su tradicional patio repleto de flores; Taberna La Viuda y La Posada del Caballo Andaluz, situado junto a Caballerizas Reales y el Alcázar de los Reyes Cristianos.
«Estamos hasta arriba todos los días ; no solo el fin de semana, sino también el lunes y el martes. Es cierto que por las noches bajan un poco las reservas, hasta el 70 por ciento, aproximadamente, pero es normal», ha manifestado Rosales.
Este hostelero, presidente, además, de la Asociación de Profesionales del Turismo de Córdoba (Apetece), reconoce que «había bastante inquietud por el aumento de los contagios y la incidencia; de hecho, a principios de semana empezamos a recibir algunas cancelaciones, pero luego no ha habido problema y se han recuperado. Tenemos clientes de fuera, pero, sobre todo, cordobeses que vienen con familiares que los visitan y que quieren ‘quedar bien’», ha señalado, orgulloso de sus negocios.
Ese ‘temor’ a una vuelta a las restricciones de aforo también centraba hoy las conversaciones entre los turistas que disfrutaban curioseando entre los puestos del mercadillo navideño de belenes instalado en la céntrica plaza de Las Tendillas. «Somos de Madrid y queríamos conocer Córdoba en Navidad: tenemos amigos aquí y ya no hemos querido posponer más nuestra visita», ha explicado Alfredo Bravo, acompañado de su esposa, Luisa. «Es verdad que con esto de la nueva variante nos lo pensamos, pero estamos vacunados y tomando las medidas de seguridad no tiene por qué pasar nada».
Entretanto, bajo la estatua del Gran Capitán, un grupo de jóvenes, procedentes de Sevilla, han incidido en las ganas de volver a la ‘normalidad’ «de manera definitiva». Mientras degustaban varias porciones de empanada de una de las cabañas del mercadillo, habn reconocido que «es normal que la gente esté ya cansada, pero no hay que relajarse, que todos conocemos a alguien que se ha contagiado», han señalado.
A pesar de esa zozobra generalizada, miles de personas se han lanzado hoy a saborear la Navidad que rezuma Córdoba. En enclaves como la plaza de La Corredera no cabía un alfiler. El olor a migas gratis de uno de los restaurantes se mezclaba con el de los mantecados artesanos de uno de los puestos del mercadillo tradicional que este año se ha instalado por primera vez.
Por la calle Armas, hasta cuatro grupos de turistas avanzaban como en un cauce imaginario tras los guías que utilizaba un paraguas como reclamo. Ya en la plaza del Potro , otro profesional explicaba en francés los orígenes del Hospital de la Caridad ante la atenta mirada de sus clientes.
Una panorámica de cabezas ante decenas de mesas preparadas para el almuerzo dominaba este sábado en Enrique Romero de Torres . Desde la Alquería han apuntado que «no tenemos ni un hueco. Además, con el buen tiempo que hace hoy, todo el mundo quiere terraza. A ver si sigue así todo el puente».
En el entorno de la Mezquita-Catedral , convertida en una especie de ‘photocall’ para los turistas , el ruido de la maletas ante las puertas de los hoteles para el ‘check-in’ se mezclaba con el de las canciones navideñas provenientes del interior de algunas tiendas de ‘souvenirs’. «Está la cosa muy animada. Hay mucho movimiento, ago que se agradece después de los meses que hemos pasado», indicaba la dependienta de uno de estos establecimientos.
Las tortillas del Santos y el rabo de toro en el Rincón Andaluz de Blanco Belmonte llenaban a mediodía las bocas de los comensales. «Somos de Córdoba y hemos aprovechado el día de descanso para venir al Centro a comer y a disfrutar del espectáculo de la calle Cruz Conde con los niños, que lo inauguraron ayer y tenemos muchas ganas de verlo», anunciaba María Chaparro.
Como esta familia, otras miles se han apiñado en la citada vía comercial para el primer pase del montaje que más expectación ha vuelto a causar en el segundo año que se instala y que se yergue como el principal atractivo del alumbrado extraordinario ;un túnel de bombillas con una longitud de casi 380 metros y que cuenta con un total de 800.000 puntos de luz .
Una masa anhelante de Navidad se ha agolpado bajo los arcos, móvil en mano, y jalonada por efectivos de Policía Local y Nacional , además de voluntarios de Cruz Roja . «Es precioso. Si no fuera por las mascarillas, diría que hemos vuelto a la normalidad», comentaba una chica a su pareja.
El tránsito hacia el Bulevar del Gran Capitán, el segundo objetivo a visitar por la mayoría de los presentes, resultaba dificultoso por la ingente cantidad de personas que han tomado el Centro. Desde Morerías, ya se podía ver el motivo del desplazamiento desbordado hacia este punto de la ciudad:la enorme noria-mirador de 27 metros que se ha encajado delante de la pequeña fuente que hay en la confluencia con la calle Concepción. Ante la gigante intalación se ha formado una gran cola de padres con sus hijos ansiosos por montarse. «Es increíble que hayan puesto esto aquí pero, oye, no queda tan mal», se ha sorprendido un progenitor despistado.
Una 'calle del Infierno' en pleno Centro
Junto a ella, las atracciones montadas por iniciativa de los comerciantes del Centro bullen de entusiasmo infantil. El Bulevar se ha convertido estas fiestas en una especie de ‘calle del Infierno’, con un 'árbol mágico', el Mega Bross (un tren), el Diver Jump (camas elásticas) y otro tren infantil , además de puestos de comida y hasta tres tómbolas de feria.
«A mí la verdad que tanto follón no me hace mucha gracia -se ha quejado Antonio, un septagenario que ha acudido a ver el Belén de San Hipólito-. Entiendo que a los niños les encanta todo esto y a los de las tiendas les viene genial porque atrae a más gente, pero, no sé, me parece que se rompe un poco con lo que es la Navidad , con tanta cosa», ha añadido.
Las colas se han repetido en los bares de la zona, como la cafetería , donde una fila de hasta quince personas aguardaban su turno «para comernos unos churros, aunque como tardemos más vamos a tener que pedirnos ya un bocadillo», bromeaba una paciente señora mientras miraba su reloj.
Esta no es la única zona de atracciones para los ‘reyes’ de la casa: en el Vial Norte también está este sábado a rebosar el parque Chiquilandia , que consiste en una enorme carpa con ‘cacharritos’. Estará abierta hasta el 25 de enero y el precio de las entradas es de 6,50 euros para niños (90 minutos) un euro los adultos.
Por otro lado, en la plaza del Zoco también han disfrutado los más avezados en la tradicional pista de patinaje sobre hielo , que este año ha cambiado de ubicación y que se ha convertido en un clásico de la Navidad.
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