El estilita
Vamos a dejar las cosas como están
Ninguna campaña va a modificar esa tendencia clara que existe en Andalucía

LA derecha andaluza quisiera votar a Casado o Arrimadas , que además es de Jerez , pero tiene que conformarse con Moreno Bonilla y Juan Marín . Lo cual es para tomar antidepresivos. No busquen otra razón para que Tezanos ... haya dicho por primera vez la verdad en una encuesta del CIS . La derecha andaluza está limitada por su trayectoria opositora, desangelada en el caso del PP y equiparable a los partidos títeres de los regímenes socialistas en el caso de Ciudadanos. De hecho, el previsto ascenso de este partido solo demuestra el valor añadido que le ofrece su condición de compañero de viaje. La moderación y la ambigüedad son la garantía de la consolidación de un régimen. Porque son los socialdemócratas y los cuadros dirigentes del PSOE los que van a votar a Marín, siendo los más interesados en que nada cambie. Como es el conservadurismo sociológico, abocado al Virgencita que me quede como estoy , el que va a votar a Susana , que además es de Triana . Es posible, no obstante, que los pocos liberales que deambulan irredentos por estas tierras de María Santísima mantengan su apoyo al PP mientras miran perplejos a sus líderes. Y es probable que alguna juventud desclasada opte por la aparente huida adelante que le proponen los comunistas de toda la vida, ávidos como siempre de formar parte de la nomenclatura. Resulta natural, al menos, que a Vox lo voten los de Córdoba Ecuestre .
La suerte está echada. Ninguna campaña modifica una tendencia clara y no lo va a hacer ésta, desanimada como pocas. La señora Díaz lo ha advertido: no crispen y vamos a dejar las cosas como están. Ejerce de madre, de reina madre, y plantea lo propio, el pacto de familia , con un abrazo que lo abarca todo, identificada ella misma como bandera de Andalucía , sin más referentes, sin más compromisos, con ínfulas caudillistas, por la gracia de Dios y con el signo de la Vera Cruz . Hay que lavar los trapos sucios en casa y mirar a los de afuera tras el visillo del qué dirán. Despeñaperros es la cancela del cortijo que no debe ser husmeado. Ella es la casera y los demás debemos ser como mastines perezosos pero fieles. Andalucía tendrá sus defectos, pero son nuestros defectos. Es un nacionalismo de puertas adentro , pero tan efectivo como el de las embajadas. Lo peor es que los andaluces parecen decididos a seguirle la corriente. Todos estamos incursos en el síndrome identitario; con mayor o menor virulencia, eso es cierto. Pero no nos asombremos de que no reaccionen los catalanes ni los vascos, si nosotros, a nuestro nivel, tampoco somos capaces de hacerlo. España acabará siendo una república federal de estados totalitarios . Cada uno con su corrupción, sus putas, sus fiestas tradicionales y su pueblo complaciente.
Tanto es así que el amigo Moreno, en un ridículo ejercicio de excusatio non petita , ha firmado ante notario su resuelta decisión de no apoyar a Susana. ¿Alguien lo dudaba? ¿Tú también, Juanma?...
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