Coronavirus en Córdoba

La vacunación de adolescentes y jóvenes se dispara en Córdoba con más de 10.000 inmunizados en una semana

Representan el 60 por ciento de los 17.000 inoculados en los últimos días

Una joven se vacuna contra el Covid en Córdoba en septiembre de 2021 Álvaro Carmona
Rafael Aguilar

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Del análisis de los datos de vacunación contra el coronavirus por tramos de edad llama la atención la turboaceleración de la administración de dosis a la franja de edad más joven, que es la que comprende a los niños y a los jóvenes de entre 12 y 19 años , y que comenzó hace un mes y medio.

La evolución en la última semana ha sido espectacular: el lunes 30 de agosto había recibido la pauta completa contra el Covid-19 el 29 por ciento de las personas que se tienen las edades referidas, cuando este viernes 3 de septiembre el porcentaje se había disparado al 45 por ciento . La diferencia entre una y otra fecha es de 10.431 chicos vacunados más con los dos inyectables, de manera que el número total de ciudadanos en el tramo en cuestión protegidos era de 29.965 frente a los 19.534 del arranque de la semana.

Entre las dos fechas señaladas, se cuentan en Córdoba 17.353 personas más con las dos dosis, y de ellas más de 10.400 conocen una edad de entre 12 y 19 años, el último tramo fijado por la Consejería de Salud y Familias para acogerse al programa de vacunación -el siguiente, el de menos de 12 años , no podrá hacerlo hasta que lo autorice la Agencia Europea del Medicamento , y como el consejero Jesús Aguirre indicó el pasado jueves, la Junta espera empezar a protegerlos con inyectables a lo largo del último trimestre de este año-.

Como queda claro, la evolución al alza es muy llamativa a pesar de que la provincia no encabeza el porcentaje andaluz de población joven con las dos dosis ya administradas, como sí ocurre en el cómputo general que incluye a todos los grupos de edad. Así, el pasado viernes, la demarcación era la quinta de la comunidad autónoma en la relación de personas entre 12 y 19 años totalmente protegidas frente a la enfermedad, mientras que la segunda en el conteo de todos los grupos de edad (con un 76 por ciento).

«Los chavales son responsables: mi David y sus amigos son más cuidadosos que nosotros», defiende un padre

¿Cuáles son las razones de esta aceleración tan marcada de la administración de vacunas en los últimos días y justo con el arranque de septiembre? Hay algunas claves que son de sentido común: el regreso de las vacaciones ha animado a muchos niños y jóvenes y a sus familias a administrarse una dosis -la segunda y final mayormente-, la cercanía del comienzo del curso escolar también ha hecho tomar conciencia de la idoneidad de estar protegido frente al virus , al tiempo que las campañas que ha iniciado Salud y Familias para administrar inyectables sin cita previa -denominadas ‘de repesca’ entre los sanitarios- ha facilitado el proceso.

Una opinión sobre el terreno la aporta José Antonio Agudo , que es uno de los enfermeros del Servicio Andaluz de Salud (SAS). «En la última semana hemos notado que han venido más niños y jóvenes a vacunarse. Ya no ocurre como a finales de julio y durante agosto, cuando había personas de estas edades que no se presentaban a las citas que tenían asignadas porque estaban de vacaciones», señala el profesional sanitario.

Colas para recibir la vacuna en el pabellón Vistalegre Álvaro Carmona

«Es evidente que los jóvenes están respondiendo bien a los llamamientos para que se protejan, esto lo estamos viendo a diario: ellos vienen a compañados por un adulto en el caso de que tengan menos de dieciséis años o ya solos si quieren si están por encima de edad», agrega el enfermero.

María Luisa C. estuvo este viernes pasado con su madre en el pabellón de Vista Alegre , donde la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía desarrolló una campaña de vacunación para la que no hacía falta cita previa . «Me pusieron la primera dosis la tercera semana de julio y me dieron cita para la segunda el 23 de agosto: era imposible que viniera, porque ya teníamos los billetes sacados para nuestro viaje», comenta la chica. «Sí, la niña tiene razón: fui yo la que le dije que no pasaba nada por ponerse la segunda dosis un poco más tarde de los previsto. Su hermano se lo iba a agradecer...», indica Verónica Velasco, la progenitora de la adolescente.

Como a tantas otras familias, a la de esta vecina de la Huerta de Santa Isabel la llamada o el mensaje del Servicio Andaluz de Salud con el anuncio de la fecha de la vacunación le pilló con el apartamento de la playa alquilado o con los billetes sacados. En este caso, en el de Verónica y María Luisa, el pasaje ya reservado era para un crucero por las islas del Mediterráneo que Isaac, el benjamín de la casa, eligió como regalo por su Primera Comunión.

«Los jóvenes responden bien ahora: en julio y agosto dejaban citas colgadas por vacaciones», afirma un enfermero

«Antes de subir al barco nos hicieron una PCR , como a todos los viajeros, y dimos negativo toda la familia. Nos quedamos tranquilos. Cuando volvimos a casa, lo primero que hicimos fue buscarle a la niña una cita para que se pusiera la segunda dosis», completa la mujer.

¿Ha habido cierta relajación durante los meses centrales del verano y esa posible despreocupación ha llevado a algunos adolescentes y jóvenes a la conclusión de que no era urgente protegerse contra el coronavirus? «No es descartable: pero lo que vemos a diario es que hay interés por ponerse las vacunas , en todos los tramos de edad. Los jóvenes no son una excepción», reflexiona otro profesional sanitario destacado la pasada semana por el SAS en un punto de administración de dosis de Pzifer y Moderna.

Es cierto que ese elemento, la sensación de que la pandemia es una cosa del pasado que no supone ya una amenaza seria para la salud y que no va ya a alterar la vida cotidiana de nadie, puede haber pesado: los datos diarios de contagios (solo 64 el pasado viernes, que suman 71.865 desde que comenzó la pandemia) dejan ya claro que la quinta ola se encuentra en franco retroceso, mientras que la sexta, a la que los epidemiólogos comienzan a llamar ‘pediátrica’ , no acaba de tomar forma.

Juan Luis Guevara , padre de un chico de 14 años que el viernes esperaba su inyectable en Vista Alegre, es optimista. «Los chavales son responsables en su gran mayoría. Hay excepciones, pero mi David y sus amigos son más cuidadosos hasta que nosotros. Y hay que agradecérselo de corazón», defendía el hombre.

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