Urbanismo prepara un proyecto de unos dos millones para la sala cultural de las Caballerizas de Córdoba

La Gerencia Municipal de Urbanismo trabaja ya en un proyecto para habilitar una sala de arte contemporáneo en la planta alta del pabellón norte de las Caballerizas Reales , un espacio actualmente diáfano de unos 2.000 metros cuadrados que será la única estancia de todo el monumento que tendrá unos usos ajenos a lo ecuestre, según el acuerdo alcanzado por el alcalde de Córdoba, José María Bellido , con representantes del sector en una reunión reciente.

Las cifras que se están barajando actualmente, sin que exista un proyecto definitivamente cerrado, prevén una inversión de unos dos millones de euros como tope teniendo en cuenta que las instrucciones que se han dado desde la presidencia de la Gerencia de Urbanismo, que ostenta el teniente de alcalde Salvador Fuentes (PP), es llevar a cabo un proyecto austero que permita habilitar una sala cultural que se usaría para los fondos consensuados con una institución cultural externa.

El planteamiento actual no es el de desarrollar un proyecto de enorme presupuesto teniendo en cuenta los costes derivados. El Consistorio tendrá que abonar en próximas fechas unos tres millones de euros como precio base de las Caballerizas, que el Ministerio de Defensa podría recurrir en un pleito para conseguir los seis millones de euros que entiende que se le deben pagar por el histórico edificio.

El proyecto en el que se trabaja es una sala que conserve parte de la actual estética, que cuenta con ladrillo visto , a la que habría que aplicarle los servicios necesarios para que pueda funcionar como una zona expositiva. La estructura y el tejado del pabellón norte fueron rehabilitados por la empresa municipal Procórdoba entre 2004 y 2005 aunque esa parte del inmueble se dejó en crudo ya que entonces no había unos objetivos pactados para los usos concretos.

Urbanismo trabaja en un proyecto en el que se modificará el acceso a Caballerizas recuperando la entrada por el Alcázar en lo que ahora mismo se llama el jardín alto. Tendrán que solventarse aspectos como la entrada y salida de las personas que quieren acceder a un espacio ubicado en la primera planta que tendrían que cumplir con todas las garantías de accesibilidad y seguridad. Ello obliga a mejorar las escaleras, disponer de ascensor y mejorar aquellas cuestiones que se quedaron en el tintero en la anterior reforma como la recuperación del artesonado, la disposición de espacios de servicio o la culminación de la edificación que en estos momentos cuenta con un suelo de cemento.

Urbanísticamente, la vuelta de las obras a las Caballerizas Reales implica una revisión de sus condiciones urbanísticas. La ficha del Plan Especial del Casco Histórico no genera problema alguno para la instalación de usos culturales, que se encuentran ya contemplados. El problema es que se estableció un sistema de conservación que no entiende de barcos. Toda la edificación de Caballerizas, torreón de la muralla interior incluido, está catalogada como de conservación integral salvo el patio de operaciones (que es espacio catalogado) y la huerta (que tendría que integrarse con el Alcázar). Ello obliga reformular alguna de las restricciones con el propósito de que se puedan llevar a efecto acciones como la creación de nuevas estancias, la apertura de huecos de comunicación vertical o la actuación sobre los servicios básicos. Se trata de un trámite que se ha realizado sobre buena parte de edificios de valor del Casco.