AGRICULTURA
La Universidad de Córdoba impulsa una 'app' que analiza el peso de nitrógeno en el agua para ahorrar
Desarrolla el proyecto en colaboración con Feragua y la Comunidad de Regantes Tintín de Montilla
La falta de lluvias y las limitadas dotaciones de agua aprobadas por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) en los años de más sequía, como ocurrió en 2021 y en el ejercicio actual, han obligado a los regantes a buscar nuevas herramientas para poder impulsar sus cultivos. Uno de ellos son las balsas con aguas residuales que son reutilizadas por estos productores para regar sus plantaciones, una medida defendida por las organizaciones profesionales pero que requiere un arduo proceso administrativo para su puesta en marcha.
Una investigación impulsada bajo el nombre de Reutivar por la Asociación de Regantes de Andalucía (Feragua) y realizada en los últimos tres años por el grupo de Ingeniería Hidráulica y Riegos del Departamento de Agronomía de la Universidad de Córdoba (UCO) analiza el comportamiento del nitrógeno, uno de los principales fertilizantes del campo, en estos espacios acuáticos regenerados.
Los trabajo de análisis, que se han realizado en colaboración con la Comunidad de Regantes Tintín , ubicada en el término municipal de Montilla, se ha dividido en dos fases, según explicó a ABC uno de los investigadores, Juan Antonio Rodríguez .
Los nutrientes
En la primera de ellas, partiendo de la realizada que el agua procedente de estos espacios contiene un amplio espectro de nutrientes, como es el caso del nitrógeno , los técnicos han conseguido delimitar la cantidad de estas sustancias en los recursos hídricos destinados al riego con el fin de que agricultor lo conozca en cada momento y así pueda tomar decisiones a la hora de aplicar más o menos fertilizantes a su explotación.
Rodríguez indicó que, para facilitar esta labor a los productores, se ha puesto en marcha una aplicación informática gratuita a través de la que los regantes reciben una serie de recomendaciones precisas sobre la gestión de sus cultivos y la fertilización de los mismos dependiendo del agua que les llega y de las condiciones en las que lo hace. Con todo ello, según el investigador, se consigue un doble objetivo, como es el lograr un mayor ahorro económico para el productor, que no tiene que comprar más abono del necesario con esta ‘app’, mientras que la menor utilización de estos productos químicos beneficia al medio ambiente.
La campaña de riego
En una segunda parte de la investigación, la intención, según informó Rodríguez, era comprobar la variación del contenido de nitrógeno desde el punto de vista temporal y espacial a lo largo de la campaña de riego, ya que «existen muchas diferencias en la composición del agua que llegaba hasta cada explotación de la comunidad».
En cuanto al aspecto temporal se observó que la presencia de nitrógeno era menor en verano y que uno de los parámetros que más afectaba a esta sustancia era el contenido o no de clorofila, ya que, cuanto más formaba parte de su composición , menos nitrógeno formaba parte de las balsas de aguas regeneradas existentes en las plantaciones.
En lo que se refiere al capítulo espacial, las investigaciones demostraban la necesidad de un control continuo de la calidad de los recursos hídricos y del contenido de nutrientes en la temporada de riego, adaptando el plan de fertilización con precisión, según detalló el investigador.
Juan Antonio Rodríguez indicó que las balsas de aguas residuales son cada vez más utilizadas en el campo y aseguró que ya han presentado su proyecto en distintos foros agrarios y la aceptación ha sido «muy buena», «ya que ofrecemos una aplicación muy útil que, al mismo tiempo, es bastante sencilla a la hora de usar».
Noticias relacionadas