Economía
El turismo de idiomas, un nuevo nicho de mercado para hacer frente a la crisis en Córdoba
Son visitantes que están de media cuatro meses en la ciudad y además vuelven en el 85% de los casos; en 2018 llegaron 537 visitantes siguiendo ese modelo a través de la UCO
Córdoba recupera el turismo de congresos con 200 citas en 2022
Los turistas pueden ser de muchas clases. Los hay de sol y playa , que encontrarán mucho de lo primero y nada de lo segundo en estas tierras; los 'mochileros' , denostados porque gastan más en mortadela que en ibéricos; los culturales, para los que Córdoba puede ser su Meca gracias a su rico patrimonio; o los gastronómicos, afines al buen yantar. También hay quien busca un poco de todo y prefiere un viaje organizado en el que pueda ver todas esas cosas, aunque sea desde el autobús. Hay un turista, sin embargo, del que se habla poco, se conoce menos y que puede generar pingües beneficios en la ciudad que lo acoja: el idiomático.
El visitante que se desplaza a una ciudad para aprender el idioma busca y necesita una experiencia de inmersión lingüística . Eso significa dormir, comer, visitar monumentos, bares y restaurantes y, en general, alternar con la población local de forma pacífica. Más o menos, lo que hacen todos los demás visitantes juntos, sólo que el turista idiomático lo lleva a cabo durante mucho más tiempo. Ahí reside un nuevo nicho del mercado turístico poco explotado en Córdoba hasta ahora .
Así lo ha puesto de manifiesto hoy en el VIII Congreso Internacional Científico-Profesional de Turismo Cultural, celebrado en la Diputación de Córdoba, Inmaculada Piédrola, responsable de Administración de Ucoidiomas . En su ponencia, ha expresado su convicción de que el turismo de idiomas puede ser «un nicho de mercado para salir de la crisis del Covid» debido a sus muchas ventajas.
Entre otras, Piédrolas cita la «diversificación del turismo de sol y playa» , del que Córdoba no se beneficia apenas, o su «gran efecto multiplicador». Los turistas por idiomas gastan en todo tipo de cosas ya de que lo contrario no se conseguiría la «inmersión lingüística», y además lo hacen durante largas temporadas. De media, cita la experta, están en Córdoba unas cuatro semanas .
En esas condiciones, el perfil se acerca bastante al de un estudiante Erasmus , aunque no necesariamente debe ser un participante de los programas de intercambio europeos (en ellos no participan, por ejemplo, universitarios americanos). Según Piédrolas, el turista idiomático tiene entre 18 y 25 años, suele alojarse en casa de alguna familia con pensión completa por la que pagan unos 45 euros diarios y realizan un sinfín de actividades complementarias, además del curso correspondiente. Por esto último, la UCO cobra 416 euros por un cuatrimestre completo con 45 horas lectivas; las actividades extraescolares suponen unos 200 euros más por todo el periodo. Pero, aclara la administradora de Ucoidiomas, este tipo de experiencias deben diseñarse para atraer a cualquier tipo de turista , incluso de emprendedores que quieran aprender el español para hacer negocios.
Las cifras
Las cifras del turismo idiomático en Córdoba -referidas únicamente al que que gestiona de forma directa la UCO- son bastante modestas, lo que singifica que tiene aún mucho potencial . Durante un tiempo, poco a poco se había conseguido formar una oferta interesante y eso se vio en las estadísticas, hasta que el Covid lo truncó todo.
Según los datos de la UCO, en 2010 llegaron a Córdoba 380 alumnos para mejorar su español en la ciudad siguiendo el modelo del turista idiomático. En 2018 se alcanzó el pico máximo con 537 visitantes , que cayó bruscamente al año siguiente, cuando sólo se recibieron 249. En 2020, por lógica, no hubo ningún estudiante de idiomas extranjero en esas condiciones, pero en 2021 comenzó la recuperación. Ese año llegaron 170 visitantes a través de la UCO.
Ahora, destaca Piédrolas, la recuperación va viento en popa y en el primer semestre de 2022 se espera alcanzar unas cifras inferiores en un 40 por ciento a lo que había en 2018 , que serán sólo del 20 por ciento menos en el segundo semestre. El siguiente paso debería ser mejorar la oferta para conseguir atraer a un tipo de visitante que, además de gastar mucho durante su estancia, es 'reincidente': el 85 por ciento de los turistas idiomáticos vuelve a la ciudad donde aprendió el idioma , pero ya por gusto, como un visitante convencional.
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