Pasar el rato
Un ser tributario
Establecer tantas cargas sobre las vidas y las haciendas nos devuelve a una servidumbre involuntaria
El Estado es una superestructura necesaria, que necesariamente aplasta al hombre, sea ciudadano o súbdito. El poder, no importa la legitimidad de su origen, tiende por naturaleza al abuso. Probablemente, todo poder se resuelve en un exceso de poder. Público o privado . Peor estaríamos sin Estado . Sí, sobre todo, los ministros de Podemos. En la España actual, la vieja tesis de Montesquieu sobre el control del poder por el poder, que es el fundamento de la división de poderes, ha quedado reducida al descontrol de todos los poderes. El legislativo , el ejecutivo y el judicial se extralimitan, bajo la dirección técnica de un amoral congénito como Pedro Sánchez . Si los españoles salen indemnes de esta tragedia política, no habrá nada en el mundo que pueda acabar con ellos. Los impuestos constituyen la manifestación más despiadada y más característica del poder y sus abusos. Establecer cargas pesadas sobre las vidas y las haciendas, tantas veces sin sentido y sin control, nos devuelve a una servidumbre involuntaria. Tanto pagar para morirse uno.
El hombre es un ser tributario . Esta definición agota el tema del hombre como animal político, en su sentido más estrictamente veterinario de animal domesticado. El hombre es un animal que paga impuestos. Nace, crece, se empobrece, y muere sin patrimonio que permita a sus herederos seguir pagando impuestos. Hace muchos gobiernos que un impuesto no es lo que debería ser: una gustosa y proporcionada contribución individual al bienestar colectivo. Ahora es una manifestación abusiva del poder, y su desobediencia se castiga con sanciones que hacen desear una muerte rápida e indolora. Que Dios confunda a individuos como Cristóbal Montoro , aquel ser siniestro y cínico al que ningún hombre honrado debería saludar, si se lo encuentra por la calle. De vez en cuando, el poder se muestra compasivo. No mucho, y siempre en los niveles más bajos del poder, donde es más fácil oír sorber las lágrimas del contribuyente.
El Ayuntamiento de Córdoba , que para el sujeto pasivo tiene el corazón de lis, ha decidido aplazar dos meses el pago de tres impuestos. No será uno quien le niegue buena voluntad a esta medida. Aunque mucha gente atormentada consideraría más adecuado, dada la situación, rebajar los impuestos, además de aplazar los impuestos. Como ha hecho la Junta de Andalucía , y no le está yendo mal. Tampoco al Ayuntamiento de Córdoba le está yendo mal, justo es reconocerlo.
Aunque lo más probable es que dentro de dos meses no quede en Córdoba nadie que esté en condiciones económicas de poder pagar impuestos. Al gran Sánchez, más conocido en Europa como Antonio , únicamente le falta crear un impuesto sobre la orina de los españoles, como hizo en Roma el emperador Vespasiano . Vespasiano también lo gravaba todo, pero fue mucho mejor emperador que el César Sánchez Augusto. Y hasta mejor persona. —Creo, Begoñita , que me estoy convirtiendo en un dios. —Pero Pedro, mi dulce bien tributario, si tú eres ateo… —Eso fue antes de llegar a emperador .