Tribuna libre

'El gran engaño en la reforma de la PAC'

Ignacio Fernández de Mesa, presidente de Asaja, analiza los últimos cambios en los planes de Bruselas para la Política Agraria Común

Dos jornaleros arrastran sacos de aceitunas en una finca de Montilla Valerio Merino

Ignacio Fernández de Mesa

Nuestra agricultura pasa por un periodo de cambios duros , aunque eso no quiere decir que no tengamos un sector agrario de primera línea. Ahora mismo nos zarandea la globalización, la meteorología y, como no podía ser de otra manera, las ocurrencias de Bruselas y la interpretación que desde Madrid se hace de ellas agravando, aún más, las directrices agrarias (la PAC) que de allí nos vienen.

Globalización. Quién iba a pensar hace años que uno de los componentes importantes de la subida del trigo duro iba a ser la plaga de langosta que están padeciendo los cereales en Canadá y que, junto a persistentes lluvias, han acabado con daños muy relevantes. O que China tenga crisis sanitarias en sus ganados y suban por los aires los piensos. Quién iba a pensar que las temperaturas tan elevadas y la carencia de lluvias que padecemos hicieran que los agricultores no sepan ni qué sembrar... Antes, todo era bastante más predecible.

Pero el campo atraviesa una situación complicada debido a la reforma de la PAC y su gestión, especialmente tras conocerse el gran engaño del informe realizado por el Centro Común de Investigación (JRC) de la Comisión Europea sobre el impacto de las estrategias ‘Biodiversidad’ y ‘Del campo a la mesa’. Estrategias en las que se han basado la propia Comisión, el Parlamento y los ministros de Agricultura de la UE para la nueva PAC acordada en junio.

Es indignante que hayan esperado a un acuerdo político en Bruselas para darlo a conocer . Sin duda, si se hubiera sabido antes este informe, el resultado de las decisiones tomadas en Bruselas no hubiera sido el mismo, ni hubiera sido tan perjudicial para el campo europeo, español, andaluz y cordobés.

Y es que el informe del Centro Común de Investigación destaca aspectos como que cualquiera que sea el escenario considerado , todos los sectores muestran descensos en la producción de entre el 5 por ciento y el 15 por ciento , siendo los sectores ganaderos los más afectados.

La nueva PAC, va a suponer: menos dinero, más burocracia y más obligaciones. Y, por tanto, una enorme pérdida de competitividad frente a terceros países, que podrán hacer lo que en Europa no se puede

Asimismo, los cambios en la producción conducirían a una disminución de las posiciones netas de exportación de cereales, carne de cerdo y aves de corral , y a un empeoramiento del déficit comercial de la UE en el caso de las semillas oleaginosas, frutas, hortalizas y la carne de vacuno, ovino y caprino. Mientras tanto, sea cual sea el escenario, los costes de producción aumentarán alrededor del 10% , con un impacto negativo para los ingresos de los agricultores.

Si no fuera poco, una de las principales conclusiones es que la mayor parte de la posible reducción de las emisiones agrícolas lograda con las estrategias que plantea la UE se verá borrada por el incremento de las emisiones que realicen terceros países para producir lo que no se produzca en la UE.

El informe viene a ratificar lo que ya indicó el Departamento de Agricultura de Estados Unidos en 2020: Que el efecto de estas estrategias será una reducción sin precedentes de la capacidad de producción de la UE y de los ingresos de sus agricultores. Ahí es nada.

De este modo, la nueva PAC, va a suponer: menos dinero, más burocracia y más obligaciones. Y, por tanto, una enorme pérdida de competitividad frente a terceros países, que podrán hacer lo que en Europa no se puede . Una brecha entre nuestros agricultores y los de terceros países. La puerta abierta a la deslocalización. Una enorme irresponsabilidad de todos aquellos que han negociado la nueva PAC, de lo cual es cómplice y responsable el ministro de agricultura, Luis Planas.

El campo y los consumidores no merecen este trato por parte de la UE y el Gobierno español, pues están jugando, por otros intereses que deberían explicar, con nuestra autonomía alimentaria estratégica

Todo ello, confirma lo que hemos venido denunciando desde Asaja. Que esta nueva PAC llevará a los agricultores y ganaderos a realizar, con enormes costes económicos, un gran esfuerzo para aumentar esa teórica sostenibilidad que algunos dicen, sin que se reconozca que el campo produce para alimentar a toda la población con una calidad y seguridad alimentaria contrastadas , que mantiene paisajes y ecosistemas únicos y que, además, es el mejor aliado para el cambio climático, al ser el único sector económico que es sumidero de CO2 y ser la actividad económica que mantiene la población en el medio rural.

Está claro que lo único que ha importado al ministro Planas y el resto de las instituciones de la UE, son prejuicios ideológicos , absolutamente trasnochados, faltos de rigor científico, social y económico, y basados en la demagogia y en un inaudito y preocupante desconocimiento de la actividad que se desarrolla en el campo.

El ministro debería dar un giro total y requerir a la Unión Europea que exija a las producciones que vengan de fuera los mismos requisitos a los que se nos obliga dentro de la UE. Pedimos también una posición de firmeza a la Junta de Andalucía sin que tenga miedo a quedarse sola frente a otras autonomías para defender a los agricultores y ganaderos de nuestra tierra, pues tiene en ese caso el aval de Asaja y el resto de las organizaciones más representativas del sector agrario andaluz.

El campo y los consumidores no merecen este trato por parte de la UE y el Gobierno español , pues están jugando, por otros intereses que deberían explicar, con nuestra autonomía alimentaria estratégica, con los precios al consumidor o con la deslocalización de nuestro ‘agro’. Desde Asaja, vamos a tratar de desmontar esta gran farsa con todas las herramientas jurídicas y políticas a nuestro alcance.

Todo esto no debe impedir una mirada hacia el futuro optimista. Tenemos un sistema ganadero en Córdoba de nivel ‘gourmet’ de altísima excelencia y profesionalidad en su gestión. Poseemos un olivar de muy alto nivel. Unos vinos generosos, los mejores, criados con naturalidad en su graduación . Unos cítricos reconocidos que se pasean por Europa y, por último, una campiña de las mejores de España.

(*) Ignacio Fernández de Mesa es presidente de Asaja Córdoba

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