Tres pasos en busca de una cuadrilla

Algo parece estar cambiando en el mundo de la santería lucentina . La crisis parece que también empieza a hacer mella y algunas hermandades empiezan a tener problemas para encontrar cada año un manijero que desee buscar cuadrilla para que sus titulares puedan realizar su estación de penitencia anual. Si el pasado año fue un paso el que se quedó en su templo por falta de interés de los santeros , este año son tres las imágenes que aún carecen de manijero: La Virgen de Dolores —una de las mejores Dolorosas de la Semana Santa de Lucena— y Nuestro Padre Jesús de la Humildad —ambas de la Archicofradía del Carmen— y el Resucitado.

El hecho, inusual en las últimas décadas, llama a una reflexión serena sobre las causas de este creciente fenómeno. Y es que no son estas las únicas cofradías que este año han tenido problemas para contar con una cuadrilla en una ciudad en la que la «santería» es mucho más que una tradición, y llega a convertirse en un fenómeno social paralelo al puramente cofrade e indispensable para el normal desarrollo de la Semana Santa e incluso de la supervivencia de algunas hermandades .

Antonio Cabrera , hermano mayor de la hermandad carmelitana, confirma que, a estas alturas, solo está asegurada la salida procesional de Nuestro Padre Jesús en su Entrada en Jerusalén. «Nosotros seguimos trabajando en intentar que salgan los tres , pero va a ser complicado», admite.

En sus primeros meses en el cargo, apunta que se ha dirigido «personalmente» a unas 20 personas para ofrecerles la «campana» del manijero pese a que la cofradía «corre con todos los gastos de la estación penitencial» y tampoco exige a los manijeros ningún desembolso o colaboración .

El caso de Jesús Resucitado y Nuestra Señora de los Ángeles comparte la misma raíz que el anterior. Sin embargo, la asociación franciscana ha acordado una solución de emergencia. El hermano mayor, Francisco Peñalver , señala que de no contar con cuadrilla, los miembros de la junta de gobierno se han comprometido a portar sobre sus hombros a Jesús Resucitado.